Step 1

Siembra por lo menos dos variedades de manzanos al mismo tiempo para asegurarte de obtener una buena cosecha. Estos árboles no se polinizan a sí mismos. Para tener mejores resultados, utiliza variedades que floreen en distinta temporada y no al mismo tiempo. No siembres árboles de marcas como Winesap, Mutsu, Jonagold o variedades Stayman, éstos producen polen estéril.

Step 2

Procura un buen drenaje para tu manzano. Éste no puede sobrevivir y mucho menos dará frutos si tiene agua anegada en el área de las raíces.

Step 3

Siembra tu manzano en altura; de ser posible en una colina, el terreno evita las "bolsas de hielo" que se producen en las zonas de baja altitud donde el aire frío se estable y mata la fruta en desarrollo.

Step 4

Poda el manzano adecuadamente y estimularás la producción de fruta permitiendo que la luz del sol entre y aumente la circulación de aire. Corta las ramas enfermas, muertas, secándose o cruzadas.

Step 5

Examina el suelo con un juego de análisis de suelo si tu manzano falla para dar frutos y sigue las instrucciones de fertilización si carece de nutrientes. También puedes evaluar su calidad midiendo los árboles para determina si muestra menos de 12 a 18 pulgadas (30,48 a 45.72 cm) a al año de crecimiento lateral; al año, si es así tu suelo puede ser deficiente.

Step 6

Si cortas los retoños cuando tengan el tamaño de un centavo, mejorará el color y sabor de la fruta, se reducirá el riesgo de ramas quebradizas y aumentarás la producción. Haz esto antes de que los pétalos caigan. Elimina los retoños, pero deja aquellos que encuentres en la rama grande, que se conocen como "fruta rey". Utiliza una tijera para podar y corta el resto de los frutos de su pedúnculo. El resultado debería ser que los frutos floreciendo estén espaciados a una distancia de 6 pulgadas (15,24 cm) de separación.

Step 7

Usa un aerosol para combatir las enfermedades y plagas que puedan poner en peligro la cosecha de manzana. Según, el sitio web de la Universidad Estatal de Horticultura de Carolina del Norte, deberías rociar un fungicida cuando aparezcan los primeros retoños verdes en primavera. También rocía el árbol con aceite de horticultura en esas mismas fechas, para combatir la cochinilla y evitar los huevos de ácaro y áfidos que hayan sobrevivido a la hibernación.