Alfalfa

La alfalfa pone más nitrógeno de nuevo en el suelo que cualquier otro cultivo que podrías utilizar. La única desventaja es que gran parte del nitrógeno producido se elimina durante la cosecha. A pesar de esta eliminación, sin embargo, el cultivo todavía proporciona una gran cantidad de nitrógeno añadido a la tierra a la que el siguiente cultivo puede acceder. Aproximadamente 50 lbs. (22 kilos) de nitrógeno por acre se añaden al suelo basándose en un año de cultivo de alfalfa en un campo.

Garbanzos

Los garbanzos aumentan el contenido de nitrógeno en el suelo en la estación siguiente a su crecimiento. Son un buen cultivo también porque no requieren la fertilización en la mayoría de los casos, lo que los hace rentables. Una gama amplia en lo que se refiere a la estimación de la cantidad de nitrógeno dejado en el suelo por los garbanzos, sin embargo, el resultado neto debe ser siempre una ganancia. Espera a obtener de entre 37 a 240 libras (16 a 108 kilos) de nitrógeno por acre.

Frijoles de soja

La soja es utilizada por algunos agricultores para ayudar a reponer el nitrógeno en el suelo después de un cultivo que consume una gran cantidad de éste, como el maíz. La soja tienen una ventaja sobre otras leguminosas en cuanto a la fijación de nitrógeno debido al número de nódulos que se forman las plantas. Los nódulos son pequeños crecimientos en las raíces de la planta que la planta de nitrógeno tiende a reunir desde el aire. La mayoría de las variedades de frijol crecen solamente un centenar o menos nódulos en una sola planta, pero una planta de soja puede crecer varios cientos. Esto hace que la soja sea una fuente de nitrógeno valiosa.

Guisantes

Los guisantes ofrecen una buena opción para la fijación del nitrógeno en el suelo. Algunos agricultores emplean lo que se conoce como estrategia de "abono verde" cuando cultivan leguminosas. Esto significa que en lugar de cosechar ellos aran los cultivos de vuelta al suelo como fertilizante. Esto asegura todo el nitrógeno en el suelo en lugar de sólo la parte que no se cosecha. Los guisantes ponen tanto como 178 libras (80 kilos) de nitrógeno por acre de nuevo en el suelo cuando se utiliza como abono verde.