Leyes sobre los bastones retráctiles

Las leyes sobre armas existen para proteger al público.

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Los bastones retráctiles son armas que se utilizan principalmente para la protección, funcionan proyectándose desde un tamaño de aproximadamente 6 pulgadas (15,24 cm) y pueden llegar hasta las 24 pulgadas (60,96 cm). También llamado garrotes, macanas o cachiporras, los bastones retráctiles son regulados en algunas partes de los Estados Unidos debido a que están clasificados como armas. En casi todas las áreas, el uso de los bastones retráctiles en un crimen es un delito grave. Si estás pensando en comprar un bastón retráctil, consulta con un abogado o un distribuidor de bastones para determinar los estatutos locales que se aplican a su posesión.

Ilegalidad

En algunos Estados, los bastones retráctiles son ilegales. Estos Estados son California, Nueva York y Pennsylvania, así como el Distrito de Columbia. En Pennsylvania, si puedes probar que el bastón es una curiosidad (pieza de colección) o su propósito es usarlo en una obra de teatro o alguna otra razón legítima que no sea usarlo como arma, entonces su posesión es legal. Dicha prueba podría incluir fotos de la puesta en escena en la que se utilizó el bastón, o un soporte de exhibidor en el que se le muestra como coleccionable. A diferencia de muchos otros Estados, Pennsylvania clasifica la posesión de un bastón como un delito menor en lugar de un crimen.

Portación

En Massachusetts y en Texas, no es ilegal poseer un bastón retráctil, pero es ilegal portar uno en tu persona o en tu auto. En Texas, es un delito menor portar un bastón a menos que estés en, o cerca de, una tienda de licores. Estos estados consideran el bastón como un arma que es apropiada para la protección, pero no promueven la portación de armas sin licencia en lugares públicos.

Ataque

En casi todos los estados, el ataque se convierte en un ataque agravado o ataque con arma mortal cuando se usa un bastón. Un ataque es un intento de causarle daño a alguien usando la violencia. En algunos lugares, esto puede ser clasificado como un delito y ameritar penas que van desde los 13 meses hasta los 10 años de cárcel. A menudo el ataque con arma mortal conlleva una pena estricta, incluso si la víctima no resultó gravemente herida. La razón es que la ley considera el intento de causarle a alguien un gran daño como una amenaza al público.

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