Datos sobre las patas de un gato

Los gatos tienen un número diferente de dedos en sus patas delanteras y traseras.

Michael Blann/Lifesize/Getty Images

Como la mayoría de los felinos, los gatos domésticos tienen patas adaptadas para caminar, subir y saltar y fuertes garras retráctiles que utilizan para la caza y la autodefensa. Los gatos son digitígrados, lo que significa que se paran y caminan sobre sus dedos o dígitos. Pueden moverse más rápidamente y más silenciosamente que otros animales que caminan. Las patas de un gato son partes muy importantes de la anatomía felina.

Garras retráctiles

Los gatos tienen garras retráctiles, que normalmente tienen guardadas en una funda de piel, debajo de las almohadillas del dedo del pie. Esto evita que la garra se desgaste y permite caminar en silencio y suavemente, que es importante al acechar a sus presas. Las garras están hechas de una proteína llamada queratina y crecen continuamente. Los gatos arañan para mantener sus garras afiladas y listas para usar.

Dedos

Los gatos tienen cinco dedos en cada una de sus patas delanteras y sólo cuatro en cada una de sus patas traseras. En las patas delanteras, los dedos más escondidos funcionan de manera similar a los pulgares humanos cuando agarran objetos. Las mutaciones genéticas pueden causar polidactilismo en los gatos, una anomalía congénita que da lugar a la aparición de dedos extras.

Almohadillas

Las duras almohadillas de piel ofrecen protección al caminar a través del terreno accidentado, pero también mejoran la tracción en superficies resbaladizas. Son muy sensibles, debido a que contienen numerosas terminaciones nerviosas, incluyendo corpúsculos de Pacini, que permiten a los gatos sentir la textura del terreno. Los gatos tienen cinco almohadillas en cada pata delantera y sólo cuatro en cada una de sus patas traseras.

Glándulas

Los gatos tienen glándulas sudoríparas en sus patas, que les ayudan a mantener el equilibrio de la temperatura en sus cuerpos. Estas glándulas especializadas, que también se llaman ecrinas, se encuentran en las almohadillas. Los felinos también tienen glándulas sebáceas escondidas entre las almohadillas del pie, que secretan un aceite perfumado detectable sólo para los gatos y mantienen sus patas hidratadas.

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