Hábitos de crecimiento

Las plantas de menta crecen hasta una altura de tres pies (91 cm) y se extienden ampliamente, por lo que la poda regular ayuda a conservar la forma de la planta. Pueden convertirse en plantas invasivas y apoderarse de partes del jardín, incluso si crecen otras plantas allí. Si quieres conservar un área de menta sin preocuparte por la expansión, considera cultivarla en un contenedor en vez de en el suelo.

Poda

Corta los brotes de menta cuando quieras utilizarla en la cocina y poda los tallos individuales cuando sea necesario. Para promover el crecimiento de la planta, espera hasta que la planta alcance una altura de 3 a 4 pulgadas (7,6 a 10 cm) antes de podar la menta. Alternativamente, puedes podarla tres veces como máximo durante la temporada de crecimiento hasta llegar a una pulgada (2,5 cm) del suelo.

Marco de tiempo

Si cortas periódicamente la menta hasta el suelo, observa la menta para determinar cuál es el mejor momento para cortarla. El mejor momento para podarla es justo antes de que florezca, por lo que espera hasta que notes la formación de capullos y luego pódala. Si cortas los tallos, hazlo cuando necesites más menta. Al final de la temporada de crecimiento, corta la planta hasta una pulgada (2,5 cm) del suelo para evitar la aparición de plagas o enfermedades.

Uso

La poda intensa te puede proveer una gran cantidad de menta, especialmente si la planta se ha expandido. Seca la menta; para esto cuelga los tallos boca abajo hasta que se sequen por completo, o bien coloca las hojas de menta en una bolsa de plástico hermética y congélala. Retira la menta del congelador cuando la necesites y colócala directamente en el plato para obtener el sabor de inmediato.