Derechos de primogenitura en la Biblia

La Biblia describe reglas de los derechos de primogénito, pero la realidad de la narrativa es más compleja.

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El estado del primogénito es muy importante en la Biblia. Además de dar ciertos derechos, el título de primogenitura indica algo particular con Dios. El primer nacido de los animales debía ser sacrificado para Dios, y el primogénito de los israelitas también está especialmente consagrado a Dios, y debe ser especialmente redimido (Números 18:15). El primogénito en Israel parece haber servido originalmente con un papel sacerdotal, que después fue tomado por las tribus de Levi (Números 3:45).

Derechos básicos

Bajo las leyes de heredad bíblicas, el primogénito tiene por derecho una doble porción de la herencia. La herencia familiar puede ser dividida en porciones de acuerdo con el número de herederos, pero una porción adicional se debe medir, y el primogénito obtendrá estas dos asignaciones. También toma el papel de líder en la familia, teniendo autoridad sobre sus hermanos. El estado de primogénito no depende de la fuerza de las relaciones entre el esposo y la esposa (Deuteronomio 21:15).

Jacob y Esaú

Aunque estas leyes son claras, las porciones narrativas del texto bíblico dejan en claro que estas reglas son frecuentemente subvertidas. Un tema bíblico común es el segundo hijo más merecedor triunfando sobre el menos merecedor primogénito. Uno de los ejemplos más familiares de este paradigma literario es la historia de Jacob y Esaú. Gemelos fraternales, Esaú nació muy poco antes que Jacob. Sin importar que fuera un tipo de hombre crudo y bárbaro, él debía ser el heredero principal en lugar del más adecuado Jacob. Génesis 26 cuenta la historia de cómo Esaú vendió su derecho como primogénito a Jacob a cambio de un plato de lentejas que Jacob estaba cocinando, nada que demostrara el poco aprecio con que Esaú veía su estado de primogénito.

Otros ejemplos

Existen otros ejemplos similares de historia en los que el primogénito es dejado de lado en su estado exaltado en favor de un hijo menor. Con los hijos de Jacob, su favorito no es el más viejo, sino los más jóvenes de sus hijos José y Benjamín. José es elevado sobre sus hermanos, lo que enciende los celos entre ellos. El hijo más pequeño de Jacob, Benjamín, también es preferido sobre sus hermanos mayores. Eventualmente, es Judá, el cuarto hijo quien se convierte en alguien prominente, y los tres mayores son descalificados por comportamiento inapropiado. Entre sus nietos, Jacob le da el estado de primogenitura al segundo nacido, Efraín, sobre el verdadero primogénito, Manasés.

Israel y la Iglesia

En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo (en Gálatas 4 y otros lugares) usa una alegoría para mostrar que la Iglesia, el hermano más joven, es de hecho el verdadero heredero de la promesa divina, en lugar de los judíos, el hermano mayor.

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