Tipos de personalidad y su importancia dentro de una organización

Las acciones y los comportamientos de la gente pueden mostrar los tipos de personalidad.

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La gente tiene personalidades diferente que, según la prueba de de Myers-Briggs, se pueden clasificar en 16 categorías. En el contexto de una organización, es importante tener en cuenta dichas categorías, ya que pueden ayudar a decidir qué persona es la más adecuada para un determinado puesto. Los 16 tipos de personalidad, según Myers-Briggs, provienen de la combinación de cuatro dicotomías diferentes, como, por ejemplo, la de actuar de forma introvertida o extrovertida. Las iniciales que aparecen a continuación entre paréntesis se corresponden con los términos en inglés, pero son utilizadas también en nuestro idioma.

Extrovertido (E) e introvertido (I)

Los extrovertidos disfrutan interactuando con los demás, mientras que los introvertidos prefieren pasar largo tiempo a solas. Ambos rasgos tienen su lugar en una organización. Una persona extrovertida es más probable que atraiga la atención de los demás cuando desee compartir ideas o sugerencias en las reuniones y también puede ser hábil a la hora de hablar en público. Por su parte, la persona introvertida preferirá las conversaciones persona a persona, y podrá reunirse en privado con los directores o con otros trabajadores influyentes para hacerles partícipes de sus ideas y explicarles sus propuestas.

Sensorial (S) e intuitivo (N)

Las personas que se inclinan por lo sensorial prefieren que tanto las acciones como la información que reciben sean concretas, mientras que aquellos que se mueven más por la intuición se decantan por representaciones más abstractas. Dentro de una organización, una persona sensorial seguirá los pasos e indicaciones de un determinado plan, mientras que la persona intuitiva se mostrará más abierta a la búsqueda de nuevas maneras de hacer las cosas. Ambas personalidades son importantes, ya que, por un lado, seguir los pasos puede ayudar a asentar los principios de una organización, pero, por otro, las normas siempre son más efectivas cuando se ajustan a situaciones específicas.

Racional (T) y emocional (F)

Las personas racionales son más dadas a considerar cuidadosamente la información recibida y las situaciones antes de tomar una decisión, mientras que las emocionales deciden basándose en sus propias emociones. Una persona racional es importante para una organización, porque su procedimiento de toma de decisiones está basado en la razón y la lógica, siendo para ella la imparcialidad y las normas preestablecidas también dignas de tener en cuenta. Por su parte, los individuos emocionales aportan una perspectiva diferente, ya que la mayor parte de ellos toman sus decisiones teniendo en cuenta las circunstancias y, además, lo hacen de forma subjetiva, apoyándose en lo que personalmente creen que está bien.

Crítico (J) y perceptivo (P)

Alguien que posea una personalidad crítica o estructurada funciona con mayor eficacia cuando es capaz de cumplir sus tareas antes de los plazos asignados, y evitar así el estrés. La persona perceptiva, en cambio, tolera mejor la presión del tiempo y desarrolla mejor sus tareas cuando está cerca el plazo de entrega. En una organización, a un empleado con personalidad crítica se le pueden asignar tareas con una planificación a largo plazo para conseguir un buen resultado final. A la persona perceptiva habrá que señalarle los objetivos a corto plazo para que alcance resultados rápidos bajo unas circunstancias exigentes.

Los cuatro grupos de personalidad

El tipo de personalidad varía según la persona; cada una se inclina más hacia uno de los dos lados de cada dicotomía. Por ejemplo, aunque usamos tanto las emociones como la razón para tomar decisiones, una persona racional empleará más el pensamiento que las emociones, mientras que una persona emocional hará justo lo contrario. Cada uno de los tipos de personalidad tiene sus propias ventajas e inconvenientes. Lo realmente importante es saber qué tipo de personalidad tiene cada empleado para poder utilizar sus puntos fuertes de forma efectiva en las situaciones adecuadas.

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