Póngase los guantes. Lave la manzana a conciencia y, después, séquela suavemente.

Coloque la manzana hacia arriba sobre la tabla de cortar, es decir, con el tallo apuntando hacia el techo.

Introduzca el cuchillo para pelar verticalmente en la manzana a medio centímetro del lado izquierdo del tallo. Asegúrese de que el cuchillo llega hasta el fondo de la manzana y sobresale de tal forma que pueda ver la hoja del cuchillo. Repita este procedimiento a medio centímetro por encima del tallo, a medio centímetro por debajo y a medio centímetro del lado derecho del tallo. De esta forma tendrá cuatro pequeñas incisiones a cada lado del tallo.

Vuelva a introducir el cuchillo en la primera incisión y, lentamente, corte hasta la segunda incisión. Después continúe hasta la tercera, luego hasta la cuarta y vuelva a la primera incisión. Así, habrá trazado una circunferencia alrededor del tallo. Asegúrese de que la punta del cuchillo atraviese toda la manzana hasta su base.

Coloque la manzana hacia abajo en la tabla de cortar. Utilice su dedo pulgar para empujar el corazón de la manzana hacia fuera. Haga esto lentamente y con cuidado. Si parece que el corazón no se mueve, reinserte el cuchillo en las incisiones y ayude a que se desprenda. Lentamente empuje y saque el corazón hasta que esté completamente fuera de la manzana.

Desheche el corazón. Lave la manzana de nuevo.