Describir metas a largo, mediano y corto plazo

Cuando vas de viaje siempre llevas un itinerario y un destino en mente. Si no conoces muy bien el camino sacas el mapa o te apoyas en el GPS del auto para ver qué tan apartado estas de la ruta indicada.

Así debe ser en todos los planos de nuestra vida, las metas son el destino que orientan nuestro día a día, en los negocios, en lo académico, en lo personal. Metas de corto, mediano y largo plazo impulsan nuestra actuación y nos permiten alcanzar el éxito.

Entre más específica o concreta hagas tu meta, existe más probabilidad de que la alcanzarás. Debes escribir todas tus metas en un diario personal o registrarlas en algún lugar en el cual puedas revisarlas de manera regular.

Los entrenadores físicos de acuerdo con el sitio functional basketball coaching, llevan décadas conscientes de la importancia de las metas de corto, mediano y largo plazo. Con la claridad de que el establecimiento de metas alcanzables conduce a un mayor rendimiento del equipo a la vez que brinda la base para la evaluación y supervisión del desempeño.

Definir exactamente qué es lo que queremos a través de una declaratoria de la visión y misión personal así como el establecimiento de metas nos permiten enfocarnos hacia un camino marcado por la proyección y el éxito.

Si sabes lo que quieres, fijar metas es el primer y gran paso para lograrlo, ya sea un objetivo de negocios, un logro académico o un deseo personal.

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¿Qué es una meta?

Una meta es un hito, una marca o referencia a alcanzar en determinado período de tiempo. Un propósito, estado o situación que un individuo u organización espera alcanzar en el futuro, son la fuerza o el motor que impulsan a una persona o empresa a alcanzar sus propósitos.

Para Keydifferences.com una meta de se diferencia de un objetivo en que la primera es un estado, resultado o condición, mientras que el objetivo es la vía para alcanzarlo.

La meta se basa en una visión, en un conjunto de ideas y es abstracta, mientras que los objetivos se fundamentan en hechos y son concretos. Podemos ver la meta como el fin y el objetivo al medio para lograr el fin.

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Metas de corto, mediano y largo plazo

Atendiendo a su horizonte temporal, las metas se pueden dividir en tres diferentes categorías: metas a corto, mediano y largo plazo. Revisemos algunos detalles inherentes a cada una.

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Metas a corto plazo

Los criterios varían sobre el horizonte de tiempo y la definición de una meta a corto plazo. La mayoría de las personas asumen que una meta a corto plazo es algo que tomará menos de un año para lograr.

Claro que puede haber plazos mucho más cortos en una meta de corto plazo como tomar unas vacaciones familiares a algún parque popular durante el verano, las metas de ventas semanales o una meta de acondicionamiento físico de cuatro, seis u ocho semanas.

Las metas a corto plazo requieren de una planeación mínima y a menudo sólo necesitas aparatar tiempo en tu agenda para hacer lo que se requiere. Las metas a corto plazo generalmente no están escritas y existen sólo en tu mente.

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Metas a mediano plazo

Las metas que tomarán más de un año para alcanzarse pero menos de cinco años, son consideradas normalmente como metas a mediano plazo.

En las metas de mediano plazo, la planeación se vuelve más importante ya que la mayoría de ellas requieren de ser divididas en una serie de metas a corto plazo.

Por ejemplo, una meta de mediano plazo puede ser lograr un título universitario, para ello es necesario alcanzar una serie de metas de corto plazo consistentes en aprobar exitosamente cada una de las cátedras o unidades curriculares.

A menudo, las personas le prestan más atención a sus metas a corto plazo y tienden a olvidar o ignorar las de mediano plazo. Es importante repasar tus metas a mediano plazo con frecuencia para que no pierdas la perspectiva.

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Metas a largo plazo

Aquellas metas con fecha de logro más allá de los 5 años en el futuro son generalmente clasificadas como metas de largo plazo.

Estas metas puede volverse más ambiguas y mucho más abstractas que las de menor plazo, pero entre más específicas las hagas, más probablemente obtendrás tus objetivos.

Algunas metas de largo plazo se vuelven más bien una visión. Mientras que las visiones son importantes, deben mantenerse separadas de lo que son las metas.

Una “vida feliz” en tu retiro puede ser una visión, pero comprar la casa junto al lago para disfrutar tus veranos al retirarte y ahorrar para completar la compra de ella dentro de los siguientes 15 años es una meta.

Hazte responsable de los pasos a tomar para alcanzar tus metas. Conforme planees cada una de tus tareas diarias o semanales, debes reflexionar de cómo esa actuación encaja dentro de tu visión o cómo esas acciones te están ayudando a alcanzar una o más de tus metas.

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