Desventajas de los corsés

Los fueron un aditamento femenino obligatorio hasta los años 20's.

Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images

Los corsés han sido un aditamento básico en la moda de las mujeres durante siglos. Un corsé hace que la cintura de una mujer se vea de una talla más pequeña y deseable. Generalmente, un corsé debe atarse por la parte de atrás, reduciendo la cintura alrededor de 16 a 18 pulgadas (40-45 cm). Los corsés pueden usarse desde antes de la adolescencia y para toda la vida, incluso durante el embarazo. Desde los años 1920 los corsés han dejado de ser un requerimiento en la moda, pero aún siguen usándose como accesorio para la noche, lencería, o partes de algún disfraz. Aunque los corsés tengan cualidades positivas, también tienen sus desventajas para la mujer moderna.

Son muy ajustados

Los corsés son prendas que la mujer moderna no está acostumbrada a usar. Generalmente están hechos de satín grueso y tienen un esqueleto que ayuda a compactar el cuerpo. El esqueleto esta hecho de plástico o varillas de metal, ambos son un poco flexibles, otorgando cierto confort al cuerpo. Siempre son de un estilo pegado completamente al cuerpo, y el esqueleto y los lazos se posan directamente sobre la piel, lo cual no es muy cómodo para la mujer moderna.

Es difícil comer y respirar

Mientras uses un corsé, tu estomago estará compactado, haciendo de comer algo substancioso una tarea complicada. No solo ejerce presión sobre el estómago conteniendo las ganas de comer, sino que la expansión de este órgano después de comer resulta dolorosa debajo de la presión del corsé. Con el corsé atado muy justo es difícil respirar. Los pulmones a menudo se comprimen más de lo usual, haciendo difíciles las respiraciones profundas.

Debes sentarte derecha

Con un corsé atado muy justo, tu espalda estará derecha todo el tiempo. Los huesos que mantienen tu estomago ajustado no son flexibles y están colocados de manera vertical, manteniendo tu espalda derecha. Éstos no te permitirán doblarte a la altura de la cintura. A menos que tu postura sea perfecta, esto puede ser muy incomodo por largos periodos de tiempo.

Son difíciles de poner y quitar

Los corsés requieren de asistencia al momento colocarse y quitarse. En el pasado, un sirviente o familiar ayudaba a tirar de los lazos para ajustar de manera que la cintura quede lo más pequeña posible. Un corsé moderno no es tan diferente, ya sea atándolo por detrás o con un estilo más moderno con ganchos por enfrente. Si es de lazos, necesitarás alguien que pueda ayudarte. Si tiene ganchos, debes aguantar la respiración al momento de abrochar cada uno de los 20 ganchos. De cualquier manera, no es una tarea fácil.

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