Ideas para escribir una historia de detectives

Escrito por Kiran Gaunle ; última actualización: February 01, 2018
Hemera Technologies/AbleStock.com/Getty Images

Como muchos otros géneros en la ficción, las historias de detectives (o novelas policiacas) tienen una fórmula establecida. Fueron primero introducidas en la literatura en inglés por Edgar Allan Poe, quien fue al que se le dio el crédito de crear la primera historia de detectives, "Los asesinatos de la calle Morgue". Las ideas sobre las historias de detectives han evolucionado a lo largo de los años desde la época de Poe, pero siguen teniendo ciertos ingredientes esenciales: un asesinato, un detective, muchos sospechosos y la solución al enigma central de la historia.

El asesinato sustancial

Las historias de detectives incluyen al menos un asesinato, el cual suele llevarse a cabo al principio de la historia. Decidir el "cómo" del asesinato, ya sea con un arma de fuego, apuñalamiento, envenenamiento, asfixia, muerte por inmersión o cualquier otra forma, es trabajo del autor. En cualquier caso, no hay asesinato perfecto. La escena del crimen funciona mejor en un "espacio cerrado" como una casa de campo, un vagón de tren o una universidad. Así es posible llenar el espacio de múltiples pistas para que el detective las descubra con sus ojos perspicaces. Dependiendo de la trama, pueden suceder más asesinatos a lo largo de la historia, pero al menos se debe comenzar con uno.

El héroe: el detective

No hay historia de detectives sin uno. Después de iniciar el libro, el lector recuerda los puntos básicos de la trama, y el detective, si se construye con cuidado el personaje, debe sobresalir. Es, en esencia, el héroe (o heroína) de la historia. Él o ella puede ser un aficionado, como Sherlock Holmes, o un detective profesional en el departamento de policía. En cualquier caso, las reglas del género detectivesco dictan que tiene que ser alguien ajeno. Él o ella no deberían tener ninguna relación ni con el sospechoso ni con las víctimas. Además, él o ella debe tener un ojo atento a los detalles y una pasión por la lógica.

Los sospechosos más comunes

Hay muchos sospechosos que pueden tener alguna ganancia material con la muerte de la víctima o ser gente que se oponía a la persona muerta por alguna razón. De otra manera, los sospechosos, incluyendo al verdadero culpable, no tendrían un motivo creíble para cometer el crimen. Mientras la historia avanza, el escritor debe proveer pistas para descubrir la identidad del criminal. Un lector astuto podrá entonces identificar al culpable antes de que el escritor lo revele de forma oficial. El escritor también puede agregar pistas falsas para engañar al lector inocente, algo muy divertido de hacer cuando se escriben historias de detectives. La trama puede también presentar un juego del gato y el ratón entre el detective y el criminal cuando este último intente confundir al primero e incluso asesinarlo.

Una solución lógica

Las historias de detectives usualmente terminan cuando se identifica al criminal. Sin embargo, hay ciertas reglas en cuanto a los métodos para resolver el caso. La solución debe venir de las pistas que se le mostraron al lector y la identidad del criminal debe ya haber sido aparente, al menos en retrospectiva. La solución depende también de la razón y la lógica. Resolver casos de forma accidental o con la ayuda de fuerzas sobrenaturales o una sesión espiritista no está permitido. Es también una falta de respecto para el lector que el detective resulte ser el criminal. Al final de la historia, el escritor puede matar o eliminar al criminal de alguna otra forma de la escena para permitir que el resto de los sospechosos viva en paz.

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