Cómo pulir una superficie Corian

Corian es una piedra artificial que luce natural. Este material contiene una combinación de trihidrato de alúmina y de polímero acrílico. Fue inventado en 1967 y fabricado por Du Pont. Es utilizado de manera popular en encimeras y para superficies de baños. Si se mantiene adecuadamente, el Corian es un material duradero y bello.

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Utiliza un bloque de lijado con un papel de lija apropiado para la superficie de Corian. Para obtener un acabado mate satinado, usa papel de lija de grano 180 a 220. Para conseguir una superficie semi brillante, usa uno de grano 400 y para obtener una muy brillante también utiliza este papel de lija, pero haz un acabado con uno de grano 600. Lijar la superficie te ayudará a quitar las rayas del material Corian antes de que lo pulas. Lija suavemente su superficie para remover completamente cualquier cortadura o rasgadura que haya.

Usa un limpiador de Corian no abrasivo. Aplícalo en su superficie con almohadillas Scotch Brite para restaurar el brillo. Suavemente pule el material con el pulidor de baja velocidad para mejorar el lustre del brillo.

Pon el componente de pulido blanco en la superficie. Puedes o bien frotar la cera usando las almohadillas Scotch Brite haciendo un movimiento circular, o bien frotarla usando la pulidora de baja velocidad. Escoge una cera una vez que hayas leído cuidadosamente las instrucciones de sus fabricantes. Ésta debe estar garantizada para funcionar bien en una superficie Corian. Después de pulirla, quita cualquier exceso de cera. Después de completar el proceso de pulido, deja que el material se seque completamente.

Aplica la cera para encimera con un paño de pulido suave. Emplea un movimiento circular y, suavemente, friega la cera en la superficie. Esta cera funcionará como una capa protectora y preservará el color del material Corian. Friégala hasta que no se vea. Espera hasta que la primera capa se haya secado y pon otra. Usa otro trapo de pulido para quitar el exceso de cera, de forma que prevengas que se produzca un efecto de rayas. Deja que la superficie se seque completamente.

Limpia la superficie pulida. Friégala con un trapo húmedo que haya sido sumergido en detergente suave y, luego, deja que el material se seque. Una vez que esté seco, límpialo con un trapo humedecido en una solución de agua y blanqueador suave. El toque final será desinfectar efectivamente la superficie pulida.

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