Diferentes maneras de ayudar a víctimas de desastres naturales

Un desastre natural puede afectar a cualquier persona.

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Cualquier ser humano puede ser víctima de un desastre natural en el momento menos pensado. Por eso debes estar dispuesto a ayudar a quienes padecen una situación de esa naturaleza: mañana podrías ser tú. A veces los efectos del desastre son más devastadores que el desastre mismo, debido a que hasta las más pequeñas actividades habituales como el baño o la comida, de pronto se convierten en obstáculos casi insalvables. Sólo la solidaridad permite superar esos grandes inconvenientes.

Donar dinero

Sólo debes donar dinero a las organizaciones autorizadas.

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El dinero tiene gran importancia a la hora de enfrentar un desastre natural. En esos casos no importa si puedes aportar grandes o pequeñas cantidades, lo importante es contribuir. Debes asegurarte de donar tu dinero a las entidades o instituciones autorizadas. En general, la Cruz Roja de cada país suele ser la organización competente. Averigua el número de cuenta donde puedes hacer una consignación o transferencia, o entrega el dinero en efectivo en las sedes oficiales.

Donar elementos

Debes llevar solo los elementos que indiquen las organizaciones de ayuda.

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Debes estar atento para saber qué elementos solicitan las organizaciones encargadas de la atención de desastres. Lleva solamente los artículos o implementos que ellos indiquen. Si envías productos inadecuados, en lugar de ayudar puedes causar más problemas porque el personal tendrá que seleccionar y disponer de todo aquello que no sirva. Aunque son preferibles las donaciones en dinero, los alimentos no perecederos, las carpas y los implementos de aseo generalmente también ayudan a sobrellevar la situación.

Donar sangre

La donación de sangre es determinante en un desastre.

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Las donaciones de sangre son un factor clave para enfrentar un desastre, tanto en el momento en que se produce como en las semanas siguientes. Normalmente la cantidad de heridos hace que se presente escasez de sangre de todos los tipos, por lo cual siempre es importante aumentar la reserva disponible. Pueden donar sangre las personas entre los 18 y 55 años, con buen estado de salud y un peso no inferior a los 50 kilogramos.

Hacer colectas

Las colectas comprometen a todos los miembros de la comunidad.

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Resulta de mucha ayuda que las personas se organicen en su sitio de estudio, de trabajo o en su vecindad para hacer colectas y enviar todo conjuntamente. Puedes hacer eventos como rifas, bazares, ventas de garaje o incluso fiestas, para recoger dinero en efectivo y hacer el aporte. Es una forma excelente de participar en comunidad, comprometiendo a todos los miembros y sin que el peso recaiga sobre unas pocas personas. De manera adicional, un solo envío facilita la recepción.

Hacer voluntariado

El trabajo voluntario es un aporte invaluable.

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Al momento del desastre puedes ofrecerte como voluntario en las organizaciones encargadas de la atención de las víctimas. Tu labor puede ser de gran ayuda, pues aunque no tengas los conocimientos o la experiencia en ese tipo de atención, tu presencia puede le permite al personal encargado hacer relevos o designarte tareas que no requieran de capacitación previa. El personal entrenado puede entonces dedicarse a las actividades más complejas que sí exijan habilidades o destrezas específicas.

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