Cómo distinguir un Tissot T-Touch falso
La marca suiza Tissot ha estado en el mercado desde aproximadamente 1853. Pasó a ser internacional cuando Charles-Emile Tissot, el hijo del fundador de la compañía, comenzó a vender relojes de bolsillo en Rusia. El éxito llevó a que muchos otros hicieran réplicas e imitaciones de los Tissot. En 2010, un reloj Tissot T-Touch genuino costaba entre us$400 y us$600, mientras que el costo de una réplica oscilaba entre us$200 y us$300. Hay réplicas de baja y alta calidad, pero la mayoría comparte algunos signos que revelan que son falsas, si es que debes distinguirlas de los relojes genuinos.
Step 1
Examina las manecillas del reloj con una lupa. Los relojes Tissot T-Touch siempre tienen puntas blancas en el extremo de las manecillas. Estas puntas blancas se parecen a diamantes alargados y por lo general tienen un reborde negro (si el resto de la manecilla del reloj es de color negro).
Step 2
Examina el dial con la lupa. Evalúa cuán precisas y definidas se ven las letras "N, S, O, E" y los grabados en el inserto de bisel. Los grabados en las imitaciones, particularmente en las de baja calidad, a veces poseerán una cierta opacidad o una imprecisión.
Step 3
Fíjate en las funciones. Los relojes Tissot T-Touch son famosos por sus funciones y herramientas. Ejerce presión sobre el cristal para ver si se activan todas las funciones. Fíjate si funcionan las funciones de alarma, brújula, altímetro y termostato. Las imitaciones de baja calidad no tienen todas las funciones, no funcionan bien o no funcionan del todo.
Step 4
Busca el número de serie en la parte de atrás del reloj. Si bien algunos relojes falsos los tienen, la ausencia es un claro indicador de que es una imitación.
Consejos
- Pide siempre el certificado de autenticidad antes de comprar cualquier reloj.
Sobre el autor
Lane Cummings is originally from New York City. She attended the High School of Performing Arts in dance before receiving her Bachelor of Arts in literature and her Master of Arts in Russian literature at the University of Chicago. She has lived in St. Petersburg, Russia, where she lectured and studied Russian. She began writing professionally in 2004 for the "St. Petersburg Times."
