Efectos adversos del microchip en perros

Implantar un microchip en tu perro podría ser una buena manera de asegurarte de que te lo devuelvan si se pierde.

Image by Flickr.com, courtesy of Beverly

Los chips de identificación, o microchips, son pequeños chips electrónicos implantados en mascotas para que los refugios puedan buscar información para devolver a los animales perdidos a sus propietarios. Aunque estos chips han creado cierta controversia debido a vínculos con cáncer, alergias o lesiones del tejido, los riesgos son poco o no concluyentes.

Microchips

Un microchip es un pequeño chip de computadora, del tamaño de un grano de arroz, que se incrusta en la piel de una mascota usando una aguja hipodérmica. El chip tiene un número de identificación que los veterinarios o albergues pueden escanear.

Riesgos

Los riesgos relacionados generalmente con los microchips son cáncer, alergias y lesiones debido al movimiento del microchip en tejidos u órganos. Aunque algunas pruebas apoyan la presencia de estos riesgos, generalmente se consideran tan pequeños que los beneficios superan a los riesgos, según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria (American Veterinary Medical Association).

Cáncer

Un estudio relacionó los microchips con los tumores cancerosos, pero la evidencia del estudio se ha puesto en duda, según vetinfo.com. El estudio se realizó en ratones de laboratorio, que son más vulnerables y se lastiman más fácilmente que los animales grandes. Prevenir la separación de las mascotas de sus propietarios es superior al riesgo, de acuerdo con la Asociación de medicina Veterinaria del Estado de Washington (Washington State Veterinary Medical Association).

Alergias

En casos raros, una mascota podría sufrir una alergia al microchip. Sin embargo, los microchips están dentro de vidrio biocompatible que generalmente no irrita ni daña a los animales.

Tejidos y órganos

A algunos les preocupa que los microchips puedan moverse a otros tejidos y órganos, lo que podría causar obstrucciones o lesiones. En la gran mayoría de los casos, los microchips, una vez que se insertan en la mascota, el tejido de soporte se forma a su alrededor, manteniéndolos en su lugar. Al igual que con las reacciones alérgicas, algunos casos raros de este tipo han sido reportados en la investigación llevada a cabo por la Asociación Veterinaria Británica de Animales Pequeños (British Small Animal Veterinary Association).

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