Señales mezcladas

Muchos padres y educadores sienten que la educación sexual envía señales mezcladas a los más jóvenes, lo que daña su punto de vista sobre la sexualidad. Incluso cuando los profesores resaltan a los niños que no deben involucrarse en relaciones sexuales hasta que estén financiera y emocionalmente listos, la educación sexual también puede impartir un mensaje de "lo harás de todas formas, y he aquí cómo", lo que puede confundir a los jóvenes y disminuir la severidad de las consecuencias de tener sexo a edad muy temprana. Además, algunas personas piensan que la educación sexual frecuentemente tiene demasiado detalle acerca del proceso de tener sexo, lo que puede encender las curiosidades de los niños y estimularlos a comenzar a explorar.

Autoridad parental

Algunos padres también sienten que tener cursos de educación sexual integral en la escuela disminuye su autoridad como padres y margina a cada niño individual. Las escuelas que enseñan educación sexual como parte de su currículum están basadas en la preparación de la mayoría de los estudiantes, no del individuo, y algunos jóvenes podrían no estar listos. Por lo tanto, algunos padres prefieren lidiar con este asunto delicado con sus propios métodos, cuando como padres son la figura de autoridad y cuando piensan que su hijo está listo.

Desventajas religiosas y morales

Otro efecto potencialmente negativo de la educación sexual integral en la escuela podría ser que se encuentra en conflicto directo con ciertas creencias morales y religiosas en las familias. Los distritos escolares frecuentemente eligen enseñar acerca de anticonceptivos como parte de la educación sexual, el uso de los cuales está prohibido en ciertas religiones. Otras escuelas enseñan acerca del aborto y la homosexualidad, que muchos grupos religiosos también clasifican como prácticas inmorales e incorrectas. Para muchos padres, la educación sexual parece infringir su derecho a criar a sus hijos de acuerdo con cierto código moral o religioso.

Fondos

Otro efecto potencialmente negativo de los cursos de educación sexual para los jóvenes es que ha provocado numerosos conflictos en cuanto a los fondos de las escuelas públicas. Los profesores de salud y otros deben ser pagados por su tiempo cuando enseñan cursos de educación sexual. Esta cuenta es pagada por medio de los impuestos en los sistemas escolares públicos. Algunas personas ven un serio conflicto de intereses aquí para los contribuyentes que no creen en la educación sexual integral para los niños. Algunos rechazan apoyarla con el dinero de sus impuestos; otros argumentan que utilizar el dinero de los impuestos de esta forma es ilegal, y muchos detractores de la educación sexual continúan peleando este tipo de financiamiento.