Los efectos de madres abusivas en sus hijas

El abuso puede crear múltiples desórdenes en la hija.

George Doyle/Stockbyte/Getty Images

Hay muchos efectos negativos que tienen las madres abusivas en sus hijas. Las madres tienden a ser más abusivas emocionalmente que abusivas físicamente. Esto contribuye al desarrollo de numerosos problemas psicológicos y sociales en la hija. Si estos problemas no son confrontados, la hija puede crecer y desarrollar desórdenes crónicos originados del abuso de la madre.

Madres abusivas

El abuso que las madres infligen en sus hijas es generalmente de naturaleza emocional. Hasta en casos de abuso físico, las madres tienden a abofetear a sus hijas como un símbolo de degradación emocional. En muchos casos, el abuso es verbal. Algunas madres abusivas degradan a sus hijas activamente con insultos y gestos. Otras veces, el abuso es más sutil. Una madre abusiva puede simplemente ignorar a la hija o hablar inconscientemente de ella de forma negativa. En muchos de estos casos, las madres están expresando sus propios problemas psicológicos al crear una relación negativa con sus hijas.

Problemas psicológicos

Las hijas que son abusadas tienen más probabilidad de desarrollar numerosos problemas y condiciones psicológicas. Debido a un sentimiento de inferioridad originado del abuso, las hijas experimentan un sentido disminuido o equivocado de autoestima. Una autoestima disminuida puede desarrollarse en un problema de ansiedad crónica. En algunos casos, las hijas mantienen este sentido de autoestima baja e intentan apaciguarlo con gratificación sexual, lo que puede llevar a desórdenes sexuales. Otros problemas psicológicos comunes experimentados por hijas abusadas incluyen depresión y desórdenes desasociados de identidad. En casos extremos de abuso maternal, las hijas pueden experimentar estrés postraumático más adelante en sus vidas.

Problemas sociales

Las hijas abusadas también son más propensas a desarrollar varios problemas sociales, muchos de los cuales se derivan de problemas psicológicos. El abuso frecuentemente provoca que las hijas desarrollen un sentido inadecuado de imagen personal. Esto lleva a ansiedad social y desprendimiento en algunos casos extremos. En otros casos, lo opuesto puede suceder: las hijas abusadas buscan aceptación a través de interacción social para compensar el sentimiento inferior de imagen. Esto crea relaciones sociales dañinas en las que la hija es dependiente por su sentido de valoración hacia si misma.

Imitación de comportamiento

Mucho del comportamiento humano se deriva de una condición de estado debido a la crianza y ambiente social. Las hijas abusadas pueden por ende crecer para imitar el comportamiento de sus madres abusivas. En algunos casos el abuso se origina de un tipo de indiferencia, en el sentido de que la hija adulta inconscientemente aplica el estilo de crianza abusivo que aprendió de su madre. En otros casos el abuso puede ser una manifestación de las emociones inadecuadas de la hija adulta por haber sido criada por una madre abusiva.

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