Step 1

Sostén una regla o un borde recto plano contra el espejo, alineando la parte inferior del borde con una línea recta imaginaria que va de extremo a extremo inferior de tus cejas. Los cuatro puntos probablemente no recaigan exactamente en el borde, de manera que no te preocupes si este es tu caso. Usa esto como una guía visual para determinar cuán asimétricas son tus cejas actualmente.

Step 2

Encuentra el centro natural de los arcos de tus cejas alineando tu regla o borde recto verticalmente con el centro en tu iris. Este debería ser el punto más alto de cada ceja y cada ceja debería tener una distribución equivalente a cada lado de este punto. Quita los pelos en cada extremo de tus cejas gradualmente hasta que estén distribuidos en forma pareja a cada lado del centro. Ten presente que algunas personas naturalmente tienen un borde exterior más largo en sus cejas. No luches contra esto. En cambio, recorta tus cejas para que tengan una distribución igualmente larga de pelo en relación al centro de tu arco.

Step 3

Usa las pinzas para remover los pelos desparejos y reducir el grosor de las cejas que pueden eclipsar incluso los ojos más increíbles. Pero no exageres, porque las cejas que son demasiado finas pueden resaltar la asimetría. Crea un borde suave y libre alrededor de tus cejas y remueve los bordes externos para que de alguna manera combinen horizontalmente los extremos. Usa la regla o el borde recto para comprobar la alineación de los bordes inferiores de tus cejas mientras las recortas.

Step 4

Peina tus cejas hacia abajo con tus dedos. Usando la tijera para cejas, recorta con cuidado los pelos que pasan debajo de la línea de la frente. Aplica una pequeña cantidad de rímel transparente en tus cejas para que los pelos no se muevan de su lugar. Si tienes cejas particularmente rebeldes, esto puede ayudarte a mantener una apariencia simétrica.

Step 5

Con un lápiz para cejas del mismo color del pelo de tus cejas rellena los espacios vacíos y los escasos de pelo. Menos es más, y debes agregar el color suficiente para dar la impresión de que lo que cubre los espacios vacíos es el pelo y no un color artificial.