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Consigue un cuaderno que sea solo para propósitos genealógicos y cuando descubras información, regístrala y guárdala. Encontrarás no sólo la ubicación de donde está enterrado tu familiar sino también las fechas de nacimiento, matrimonio y defunción, que incluirán los lugares, nombres del cónyuge y fechas. También encontrarás los nombres de sus hijos y sus fechas de nacimiento, sus direcciones e información del censo.

Pregúntales a los miembros vivos de tu familia sobre cualquier información que tengan. Utilízalo como una razón para llamar a ese tío o tía con el o la que no has hablado en mucho tiempo. Los miembros más antiguos de la familia podrían saber donde está enterrada la persona y cuando murió. También podrían contarte historias u otra información importante acerca de los fallecidos.

Haz una búsqueda en línea de cementerios. Varias bases de datos contienen millones de cementerios en todo el país. Introduce el nombre de tu familiar fallecido y en los resultados aparecerán las personas con ese nombre. También puedes ir a los cementerios cercanos a donde vivió tu familiar o donde otros miembros de la familia estén enterrados.

Busca los obituarios en los archivos de los periódicos en la biblioteca. Puedes ponerte en contacto directamente con los periódicos, si sabes en cuál de ellos fue publicado el obituario. Los periódicos a veces guardan copias de todos los periódicos impresos. Los obituarios contienen información valiosa, como la fecha de muerte, la fecha de nacimiento, el nombre del cónyuge, el nombre de los hijos, el lugar de entierro y el último lugar de residencia conocido.

Busca árboles familiares en línea ingresando el nombre y el apellido de tu familiar muerto. Cuanta más información registres mejor será tu búsqueda en línea. Puede haber muchos resultados si sólo escribes el nombre y el apellido, pero si se puede colocar la fecha de nacimiento y muerte, lo más probable es que encuentres a tu familiar en la primera página de resultados.