Tipos de espinaca

La espinaca Savoy tiene hojas arrugadas que hacen difícil su limpieza, pero crece con facilidad y maneja el frío mejor que otras variedades, y tiene buena resistencia para florear, lo que significa que dura más tiempo antes de dar la semilla. La "Regimiento" y "Bloomsdale" son dos cultivares de espinaca Savoy. La espinaca semiSavoy está menos arrugada y es más resistente a las enfermedades, por lo que este es un tipo fácil para cultivar con fines no comerciales. La "Tyee" es una variedad que crece todo el año en los inviernos suaves y tiene una mejor resistencia para florear. La "Catalina" tiene hojas gruesas y carnosas, mientras que "Teton" tiene hojas de verde intenso, ovaladas. La espinaca de hojas suaves es la opción preferida para la espinaca procesada, ya que las hojas son más fáciles de limpiar. "Space" y "Cardenal rojo" son dos cultivares, este último por lo general se cosecha como lechugas, ya que el floreo es mucho más rápido que otros tipos.

Cultivar espinaca en una maceta

Cultivar espinaca en una maceta puede ser tan simple como cultivar un vegetal en un jardín. El mejor tipo de espinaca a cultivar en maceta es el que es la nativa de tu clima. Si vives en un clima templado con inviernos suaves, la Tyee es probable que se adapte bien y te proporcionará hojas para un largo período. Si vives en el noreste, donde los inviernos son más fríos, puedes cultivar fácilmente la Savoy, y disfrutar de sus hojas deliciosas, crujientes y suculentas de verano hasta el otoño.

Plantar la espinaca

Procura no plantar las semillas demasiado profundo. Espolvorea las semillas ligeramente sobre el suelo y rasca la superficie. Riega y fertiliza bien, y la espinaca crecerá en unos pocos días. Dispersa las semillas entre 4 y 6 pulgadas (10 y 15 cm) de distancia y replanta las que quites a otra maceta. Cosecha las hojas exteriores de vez en cuando para estimular las plantas.

Fundamentos del contenedor de jardinería

La espinaca cultivada al aire libre en una maceta es más vulnerable a los elementos que las plantas cultivadas en tierra. Las plantas están completamente sujetas a su entorno y la atención que reciben, por ejemplo, si no le proporcionas suficiente agua, el suelo se secará mucho más rápido que el suelo de tierra y las raíces se dañarán. Incluye algunos geles que retengan agua en la mezcla de tierra antes de la siembra, asegúrate de mantener las plantas bien regadas, y utiliza abono para ayudar a prevenir la pérdida de humedad. Mueve los contenedores a lugares a la sombra durante parte del día y establece el riego por goteo para los periodos en los que estés ausente.