Importancia

La datación de los escritos del Nuevo Testamento puede reflejar la opinión de un erudito en la teología cristiana. En general, los tradicionalistas y los cristianos practicantes se debaten entre las fechas próximas a la vida de Jesús. Los eruditos externos a la tradición cristiana suelen poner fechas posteriores en los escritos, con el argumento de que las profecías que se presentan en los libros fueron escritas después de que los acontecimientos históricos tomaran lugar.

Periodo de tiempo

La mayoría de los eruditos datan los libros de Mateo, Marcos y Lucas a algún punto entre 60 y 85 d.C.. Los detalles históricos, incluyendo la destrucción del templo de Jerusalén y el desarrollo relativo de la teología cristiana como se muestra en los textos, apoyan estas fechas. Los tradicionalistas pueden considerar fechas previas, quizás de 35 a 40 d.C.. A menudo descrito como una secuela del Evangelio según San Lucas, los Hechos de los Apóstoles fue escrito probablemente en el mismo período que el evangelio. El Evangelio según San Juan, que es bastante diferente a los otros evangelios, fue escrito probablemente en la última década del primer siglo (90 a 100 d.C.). La sofisticada teología cristiana detallada en el texto fuertemente justifica una fecha posterior que los otros evangelios. Algunos eruditos han sugerido una fecha posterior para la composición de este Evangelio. Las cartas (o epístolas) acreditadas al apóstol Pablo (Romanos, Corintios, Gálatas y otros) son generalmente fechadas durante la carrera del apóstol (de 50 a 65 d.C.). La autoría de algunas de las cartas de Pablo es disputada; los eruditos que defienden a otros autores suelen datar estas cartas tan tarde como de 140 a 150 d.C.. Basándose en su contenido, algunos eruditos creen que la Epístola de Santiago puede ser la primera obra del autor, que data de 40 a 45 d.C.. Otros investigadores, sin embargo, sitúan su creación en fechas tan tardías como a 100 d.C.. Las Cartas de Juan y Pedro fueron escritas probablemente entre 70 d.C. y 100 d.C.. El Apocalipsis de Juan (o Apocalipsis) suele datarse alrededor de 95 a 100 d.C..

Identificación

De acuerdo con la Biblioteca de Colecciones Especiales de la Universidad Duke, el manuscrito más antiguo existente de Juan fue redactado en 125 d.C., lo que sugiere fuertemente que el evangelio en sí fue escrito antes. Hay otros fragmentos de los escritos del Nuevo Testamento que datan del siglo II, pero la mayoría de los esbozos iniciales de los libros del Nuevo Testamento datan de los siglos III y IV. Esta falta de evidencia física es un resultado de que los autores del Nuevo Testamento hayan escrito sobre papiro, que es frágil y se desintegra, a menos que se almacene en condiciones protegidas y extremadamente secas.

Tradiciones y estudios

Durante la mayor parte de la historia, la tradición cristiana fue la principal evidencia para fechar los libros del nuevo testamento. El evangelio de Mateo fue considerado el más antiguo, seguido por el de Marcos. Se cree que ambos evangelios fueron escritos mientras que los apóstoles Pedro y Pablo estaban predicando el mensaje cristiano. Comenzando el siglo XVIII, los eruditos aplicaron técnicas crítica textual moderna del Nuevo Testamento, lo que resultó en percepciones muy diferentes en cuanto a las fechas. El Evangelio de Mateo, por ejemplo, parece presentar una versión más sofisticada y pulida de la vida de Jesús. Muchos eruditos creen que esto lo convierte en el escrito más reciente, no al contrario. Los eruditos también han argumentado que, con base en el contenido compartido, Marcos sirvió como fuente a Mateo y Lucas.

Consideraciones

Los cristianos a veces consideran que los intentos de desafiar las fechas tradicionales son desafíos a la legitimidad de las escrituras cristianas. De hecho, algunos eruditos han considerado fechas posteriores para los evangelios con el fin de justificar los reclamos de que los libros no incluidos en el Nuevo Testamento (por ejemplo, el Evangelio de María o el Evangelio de Tomás) eran igual de importantes en la iglesia antigua. Hay poca evidencia física y las críticas textuales generalmente se puede interpretar de varias maneras. Por lo tanto, los creyentes y los no creyentes interesados pueden estudiar las opiniones disponibles y los debates académicos, y así llegar a sus propias conclusiones.