¿Cómo puedo transferir mi casa a mi hijo?

Transferir la escritura de tu casa a tus hijos puede ser un proceso beneficioso para tí antes de tu muerte. Puede protegerte de que el seguro médico trate de poner un gravamen sobre tu propiedad, para cobrar los reclamos después de tu fallecimiento. Hay varias formas de transferir una casa a tus hijos.

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Escrituras de renuncia

Una escritura de renuncia es cuando una persona dice que renuncia a cualquier reclamo sobre una propiedad y la transfiere a otra persona que entonces reclamará sobre la misma. Este es un proceso simple. Se contrata a un abogado y se presentan la escritura de renuncia ante el secretario local de los tribunales y la oficina del tasador de propiedades.

Hay, sin embargo, inconvenientes en la entrega de la propiedad a tus hijos a través de escrituras de renuncia. Por un lado, los hijos son responsables de todos los impuestos, seguros, embargos y todo aquello que viene con la propiedad.

Además, si tu hijo decide vender la propiedad, tendrá que pagar un impuesto a las ganancias por la diferencia en el monto por el que se compró y por el que se vende la casa. Si eres dueño de una propiedad desde hace muchos años y esta se ha duplicado o triplicado en valor, pueden sacarse desde un 30 a un 40 por ciento de impuestos a las ganancias por la diferencia.

Por último, con una escritura de renuncia, si estás buscando un seguro médico con cobertura para el final de la vida, tendrás que esperar un mínimo de tres años antes de poder reclamar beneficios.

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Copropiedad

Otra opción es poner a tus hijos como copropietarios de la casa. Aunque esto no resuelve los problemas con el seguro médico, sí exime a tus hijos de la gran presión fiscal a la que se enfrentarán cuando o si la propiedad se vende. Para agregar un copropietario, comunícate con la oficina local del condado y completa el formulario para añadir a una persona a la titularidad de la propiedad. Te preguntarán cuál es el porcentaje que adueña cada propietario.

Sin embargo, una vez que falleces, las cosas se vuelven más complicadas, ya que quienquiera que sea tu apoderado legal también se convierte en el dueño de esa parte de la propiedad. Tus hijos deben estar registrados como apoderados legales; así, serán capaces de ejercer la propiedad total de la casa cuando fallezcas.

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Vender la casa a los hijos y perdonar el pagaré hipotecario

La última forma en la que puedes transferir una casa a tus hijos, es vendérselas a un precio justo de mercado y hacer que saquen un pagaré hipotecario con un pago mínimo mensual. En algún momento, el pagaré puede ser perdonado.

Pero ten cuidado con esto, ya que puede tener sus inconvenientes con el Servicio de Impuestos Internos. Las reglas actuales del Servicio de Impuestos Internos dicen que ninguna persona puede regalarle a otra nada que supere los US$12.000 al año, libre de impuestos. Además, si alguien realiza un préstamo a otra persona con la intención de no devolver el dinero, la nota del préstamo es considerada un regalo y se le deducirán impuestos.

Consultar a un experto en planificación financiera antes de intentar este paso es el mejor camino a seguir. Además, todas las tasas asociadas a la compra y venta de una casa serán aplicables.

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