Cómo ayudar a una persona deprimida a larga distancia

Ofrece tu apoyo, incluso en la distancia.

Jupiterimages/Brand X Pictures/Getty Images

Una red de apoyo es vital para ayudar a una persona deprimida a sentirse mejor. Un amigo constante y alguien que lo escuche son elementos claves en cualquier red de apoyo. Mantente disponible a escuchar y provee ánimo cuando la persona necesite hablar.

Tu ayuda es invaluable, incluso si vives a cientos de kilómetros de distancia.

Usa conferencias de video. Skype, Windows Live Messenger y otros servicios de mensajería instantánea ofrecen chat de video gratis. Separa suficiente tiempo para una conversación significativa.

Demuestra buenos hábitos para escuchar durante la conversación. Mostrarle a la persona visualmente que estás escuchando puede fomentar una discusión más abierta. Inclínate hacia la cámara y mantén tus ojos hacia ella tanto como puedas. Siéntate quieto y provee solo los ocasionales "Mmmmm" o "Ya veo" como tu parte en la conversación. No interrumpas mientras la persona está hablando. Mantén tu mente lejos de lo que quieres decir después y concéntrate en lo que se te está diciendo. No ofrezcas consejo o digas lo que harías si estuvieras en su situación. No juzgues, sólo escucha.

Repite lo que la persona te dijo. Di "Lo que estás diciendo es..." para demostrar que realmente estás escuchando. Escuchar muestra tu aprecio hacia el individuo deprimido. Las relaciones de alta calidad son vitales para aliviar la depresión. Aunque estés lejos, tus ganas de estar disponible y escuchar juegan un rol importante para ayudar a una persona a recuperarse de una depresión.

Ponte en contacto con la persona ocasionalmente para saber cómo está. Las revisiones repetidas le demuestran tu aprecio y preocupación por la persona.

Envía un paquete en el correo con cosas que sepas que harán que la persona se sienta feliz, como fotos o un buen libro o película. Evita enviar comida reconfortante rica en carbohidratos o azúcares refinados ya que estas afectan negativamente al azúcar en la sangre y al ánimo.

Comienza un programa de ejercicio a distancia con la persona. El ejercicio aumenta las hormonas en nuestros cerebros que nos hacen sentir bien. Crea una meta que ambos puedan alcanzar juntos, como caminar cierta cantidad de kilómetros en un mes, hacer ejercicio o estiramientos (los que llevan a dormir y sentirse mejor) por cierta cantidad de tiempo cada semana. Haz un seguimiento de su progreso creando una hoja de cálculo en un sitio para compartir documentos como GoogleDocs. Ambos pueden llenar sus contribuciones individuales para alcanzar sus metas.

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