Pequeños bichos negros debajo de las hojas de las plantas

Los áfidos atacan a muchos tipos de pantas.

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Con frecuencia los jardineros caseros encuentran a los insectos congregándose debajo de las hojas de sus plantas. Muchos de ellos se alimentan de las hojas de esas plantas, siendo las dos plagas más comunes los áfidos y los ácaros araña. Se comen la parte de abajo de las hojas de las plantas, dañando al follaje y reduciendo el vigor de la planta.

Tipos

Los áfidos son insectos con cuerpos blandos y partes de sus bocas afiladas. Son de variados colores incluyendo blancos, negros, marrones y amarillos. Viven en colonias debajo de las hojas de las plantas anfitrionas. Algunos portan virus que les transmiten minando la salud de la vegetación. Los ácaros araña también se alojan en la parte de abajo de las hojas de las plantas. Estos arácnidos son generalmente rojos, marrones, verdes, o negros. Horadan las hojas de las plantas anfitrionas con sus bocas, y se chupan la savia. Los ácaros araña incluyen a los spotted, a los honeylocust, a los rojos del sur y a los spruce.

Efectos

Los áfidos hacen que las hojas de las plantas se marchiten y se pongan amarillas; si hay una gran población de ellos pueden deformarlas y arrugarlas. Pueden también deformar a los pimpollos. Un infección severa con frecuencia es la causante del desarrollo del moho tiznado en las plantas. Estos insectos segregan una sustancia azucarada, llamada melaza luego de alimentarse con savia. Esta sustancia pegajosa permite que el moho se pegue a la planta. Aunque esta condición es raramente dañina, puede ser anti-estética. Los ácaros araña dañan a las plantas alimentándose de la parte de abajo de las hojas, dándoles una apariencia moteada. Las hojas afectadas generalmente se ponen de color bronce y se caen prematuramente. Las plantas con esta infección se atrofian y mueren. Estos insectos producen una fina seda en las plantas anfitrionas cuando la infección es severa.

Control sin químicos

Las infecciones ligeras de áfidos y de ácaros araña se pueden controlar rociando a las plantas afectadas con un fuerte chorro de agua. Este proceso hace caer a los insectos de las hojas y la planta y para que sea exitoso se lo debe repetir dos veces por semana. Esta técnica ayuda a preservar a los insectos depredadores que se alimentan de los bichos que se quieren erradicar. Los crisópides y las mariquitas son dos ejemplos de insectos que mantienen a los áfidos y los ácaros controlados.

Control químico

Los jabones insecticidas se recomiendan con frecuencia en el tratamiento de los áfidos y de los ácaros araña. Estos productos son más efectivos cuando se los aplica en la estación cálida. Otro de los productos que se usan para control es el aceite de horticultura, que actúa cubriendo los agujeros de aire que hace la plaga, sofocando a los insectos. Los jabones insecticidas y el aceite trabajan cuando entran en contacto con los mismos, así que cubre toda la planta con estos productos para que los resultados sean óptimos. Las infecciones severas de los ácaros araña requieren que las controles con miticidas, que puedes conseguir en los centros de jardines; generalmente debes hacer aplicaciones repetidas para que el control sea efectivo.

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