La forma más fácil de quitar las etiquetas de las botellas

Si elaboras tu propia cerveza o vino, te puedes ahorrar un poco de dinero y reutilizar las botellas de la cerveza o de vino comercial, en lugar de comprar nuevas botellas de marca. Otras personas pueden querer quitar las etiquetas de las botellas y frascos de vidrio para reutilizar como floreros, manualidades o para el almacenamiento de alimentos a granel. Si tienes suerte, la etiqueta se despega fácilmente con una uña, pero con demasiada frecuencia se pega a la botella de forma bastante segura. Todavía puedes retirar la etiqueta de manera que puedas volver a utilizar el frasco, pero te va a tomar un poco de tiempo y trabajo.

Llena una tetera con agua y ponla a calentar en la estufa.

Sostén la botella vacía sobre el vapor que emite la tetera caliente. Usa guantes para horno para proteger tus manos. Sostén la botella de 6 a 12 pulgadas (15 a 30 cm) de la boquilla, lo suficientemente cerca como para que el vapor debilite el pegamento, pero no tan cerca que te encuentres en peligro de quemarte con el vapor o el sobrecalentamiento de la tetera.

Rota la botella de forma que el vapor esté directamente sobre la etiqueta completa. Aplica el vapor por cerca de un minuto.

Retira la botella del calor y permite que se enfríe lo suficiente para poder manejarla con tus manos sin guantes, cerca de 30 segundos.

Usa la uña o una hoja de afeitar para retirar suavemente la etiqueta de la botella. Este método por lo general conserva la etiqueta intacta, lo que es beneficioso para los amantes del vino que gustan de coleccionar etiquetas de las botellas de vino en un libro de recuerdos.

Coloca de nuevo la botella al vapor si la etiqueta parece quedar atorada.

Retira cualquier residuo pegajoso de la botella con una pequeña cantidad de trementina aplicada con un algodón. Lava la botella muy bien con agua caliente y jabón, si piensas volver a utilizarla con fines de almacenamiento de alimentos.