Estrategias de conducta en el salón de clases

Las estrategias de conducta efectivas evitarán que surjan problemas en el salón de clases.

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En algún punto en la carrera de cada maestro, se encontrará con problemas de conducta. El cómo manejes los problemas de conducta en el salón de clase determina tu nivel de estrés y qué tan efectivo eres como maestro. El manejo de la buena conducta es crucial para mantener la paz en tu salón de clases, creando un entorno seguro y propicio que asegure que los niños puedan aprender. Usar estrategias de manejo efectivo de la conducta asegurará que tu clase funcione como una máquina bien aceitada.

Compensa el comportamiento positivo

Las conductas negativas pueden detenerse antes de que comiencen. Refuerza el comportamiento positivo poniendo atención a los estudiantes que están haciendo las cosas bien. Hacer un ejemplo de la buena conducta hace que los otros estudiantes quieran recibir atención positiva también. Llamar la atención puede ser tan sencillo como decir "Buen trabajo". O, puede ser una recompensa más concreta. Puedes repartir cosas como "boletos de felicitación" por buena conducta o por un trabajo bien hecho que puedan cambiarse por premios al final del día, semana, mes o año escolar. Recompensar a los estudiantes con más boletos regularmente alentará a los estudiantes a comportarse para tener una oportunidad de ganar el premio. Para los estudiantes que realmente están batallando con la mala conducta, esfuérzate para reconocer incluso las pequeñas cosas que hagan correctamente. Por ejemplo, puedes decir "Johnny, me gusta mucho cómo hoy te sentaste y empezaste a trabajar sin ponerte a platicar con tus compañeros. Buen trabajo". Esto los alentará a continuar para cambiar su conducta.

Gráfico de conducta de los estudiantes

Un gráfico de conducta de los estudiantes es una manera visual para que los estudiantes aprecien cómo van y para que los maestros lleven registro de su conducta. Los gráficos de conducta suelen usar códigos de colores. El verde es para los estudiantes que se han comportado bien, el amarillo para los estudiantes que han recibido una advertencia y rojo para los estudiantes que recibirán una llamada en casa. Los maestros pueden instalar este gráfico de varias maneras. Una manera popular es hacer hacer un semáforo con cartoncillo y colocarlo en un lugar destacado en el salón de clases. Escribe el nombre de cada niño en una pinza de ropa y cuélgalos sobre el gráfico. Cada día todos los niños comienzan en verde. Los niños disfrutan ver su nombre en la luz verde y usualmente harán todo lo que puedan para mantenerse ahí. Si un niño se comporta mal, el maestro puede darle una advertencia verbal o simplemente mover el nombre del niño al amarillo. En algunos casos es muy efectivo pedirle al niño que mueva su nombre él mismo. Esto suele ser suficiente para corregir la conducta. Una vez que el niño se comporta apropiadamente, puede regresar su nombre al color verde. Si la conducta persiste, el nombre del niño se mueve al color rojo y se contacta a sus padres.

Plano de asientos

Algunos problemas de conducta pueden evitarse cambiando el lugar donde se sienta el niño o los niños que están causando el desorden. Los niños que son propensos a mostrar problemas de conducta deben sentarse cerca del maestro para que pueda mantenerlos vigilados. Si los escritorios en los salones se organizan en grupos, asegúrate de no sentar juntos a los niños que son problemáticos. Circula alrededor del salón a menudo. Haz que los estudiantes sientan tu presencia. Es menos probable que los niños se comporten mal si saben que el maestro está caminando alrededor del salón y puede sorprenderlos comportándose mal.

Monitores de salón

Dale a los niños que son propensos a comportarse mal responsabilidad dentro del salón. Hazlos un ayudante del profesor. Si tienen fortalezas para una materia en particular, pídeles que ayuden a calificar los exámenes o que asistan a otro niño con su trabajo. Tener un trabajo en el salón de clases le inculcará orgullo y autoestima a un estudiante que está lidiando con problemas de conducta.

Ten recompensas y consecuencias consistentes

Sin importar la estrategia de manejo de la conducta que elijas, sé consistente. Haz conscientes a los niños de las recompensas y las consecuencias por la buena y mala conducta y asegúrate de seguirlas. Si a los niños se les promete una cierta recompensa por juntar boletos de felicitación, cumple tu promesa. Por otro lado, si se advierte a los niños que recibirán una consecuencia particular por el mal comportamiento, cumple con esto también. Si no lo haces, los niños pronto se darán cuenta de que tus palabras no tienen sentido y actuarán de acuerdo a esto.

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