Madrigueras

Las ratas excavan madrigueras en el suelo para protegerse de los depredadores. Ellas roen en el suelo con los dientes y usan sus garras para cavar, haciendo cuevas que suelen componerse de más de una entrada, y pueden tapar las entradas con tierra para mantener una temperatura constante y humedad relativa. Por lo general, excavan madrigueras en el suelo arenoso o cerca de arbustos donde el viento ha depositado tierra suelta. Las cuevas suelen medir de 2 a 4 pulgadas (5,8 a 10 cm) de diámetro. Las madrigueras de las ratas las protegen de los depredadores, el clima duro y les permite almacenar los alimentos. Algunas ratas pueden hibernar en las cuevas durante los meses fríos del invierno.

Apareamiento y parto

Las ratas entran en las cuevas para aparearse y dar a luz a sus crías. A menudo se reproducen durante todo el año, sobre todo entre abril y junio o en septiembre u octubre. A veces, después de dar a luz, la madre bloquea la entrada principal y sólo utiliza la entrada trasera.

Túneles

Las ratas cavan túneles que conducen hacia y desde sus cuevas y a otras madrigueras. Pueden construir todo un sistema de túneles que conducen a las diferentes cámaras utilizadas para almacenar alimentos para dormir y vivir. Se pueden ver en la superficie del suelo montículos de tierra alrededor de las madrigueras de rata que consisten de muchos túneles. La suciedad se acumula a medida que cavan más túneles. Los túneles y entradas múltiples permiten a las ratas escapar de los depredadores. Si un depredador entra por un túnel, las ratas pueden escapar a través de otro.

Colonias

Las ratas a veces viven en colonias, que consisten en múltiples madrigueras. Las colonias pueden constar de un máximo de 35 ratas por acre de tierra. Las madrigueras están espaciads para permitir fuentes de alimentos dentro de distancias de viaje razonables. A veces se ven carriles de circulación entre las entradas, y con frecuencia hay más entradas que ratas.