Cómo conservar una libélula muerta

Escrito por Georgia Cary ; última actualización: February 01, 2018
Jeffrey Hamilton/Digital Vision/Getty Images

Coleccionar insectos es un arte frágil que requiere paciencia, experiencia y manos suaves. Para preservar y coleccionar insectos, primero debes capturar y matar la muestra, secarla y luego montarla. Los insectos secos, especialmente las libélulas, son extremadamente frágiles y deben manejarse con cuidado o de lo contrario se arruinarán y habrán muerto innecesariamente. Las libélulas son especialmente buenos ejemplares debido a sus colores vibrantes, pero los colores se pierden con facilidad si no son debidamente atendidos.

Retira a la libélula de la red que utilizaste para atraparla. Para quitar el insecto, agarra la libélula por ambas alas y mantén el abdomen recto. Las libélulas de vez en cuando tratan de mantenerse en la red con sus mandíbulas, y sacarlas puede significar arrancar su cabeza. También masticarán su propio abdomen, una vez capturadas, si no lo mantienes recto. Así que ten cuidado. Colócala en un papel o sobre. Manéjate con cuidado y no aplastes el sobre.

Crea un tarro para matar a la libélula. Llena un frasco de boca ancha con un cuarto lleno de material absorbente y añade acetato de etilo (pista: utiliza quita-esmalte) en el frasco hasta que se absorba.

Añade la libélula. Asegúrate de que no quede líquido en la jarra cuando coloques el insecto en el interior.

Deja la libélula en el interior del frasco hasta que muera. Debe ser rápido.

Coloca al insecto cómo quieres que se vea de forma permanente. Las pinzas y los alfileres entomológicos son útiles para moldearla y es mucho más fácil hacerlo antes de que se haya secado totalmente y se vuelva frágil.

Remoja la libélula en acetona en un segundo frasco de boca ancha de 8 a 12 horas o toda la noche. Si te sientes particularmente seguro, inyecta grandes libélulas con acetona antes del remojo. Después de quitar el insecto de la jarra, móntalo con alfileres entomológicos.

Consejos

Las libélulas pierden sus colores muy rápidamente, así que reduce al mínimo el tiempo transcurrido entre quitar a la libélula de la jarra de matanza y el tiempo de ponerla en la acetona en remojo. La acetona es eficaz sólo para unos pocos insectos, así que usa acetona nueva con frecuencia. Antes de colocar el insecto dentro de la jarra de matanza, puedes colocar tiras de papel de seda en el interior del frasco, lo que le permite al insecto un lugar donde esconderse. Esto le impide lastimarse tratando de escapar.

Advertencias

Los líquidos y los gases utilizados para matar las libélulas no son buenos para que los respiren los seres humanos, así que evita la inhalación de los vapores de los frascos.

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