Cómo hacer un machete

Cómo hacer un machete.

The Kirghiz knife image by vin5 from Fotolia.com

El machete es una de las herramientas de hoja más presente y más utilizada en casi todos los continentes. Su hoja larga y utilitaria es ideal para abrir camino a través de un bosque espeso y despejar un terreno, pero también tiene una larga historia como arma, utilizada por el ejército y por la milicia campesina por igual. En nuestros días, muchos de los machetes disponibles están hechos de materiales de menor calidad y carecen de las distintas ventajas que proceden del forjado y el suavizado cuidadoso del mango.

Diseño de una plantilla

Step 1

Determina el estilo de machete que quieres hacer; hay docenas de estilos culturales específicos de todo el mundo para elegir uno tanto como el bolo, el kukri y el parang.

Step 2

Esboza tu diseño en un gran pedazo de papel o una cartulina. Asegúrate que el diseño quepa en tu pieza de acero y que el mango sea lo suficientemente largo para que lo puedas agarrar de manera confortable.

Step 3

Recorta tu diseño y trázalo en tu barra de acero de carbono inoxidable con la herramienta para marcar el metal o con marcador permanente. Si estás utilizando una ballesta transversal, deberás enderezarla primero calentándola con fuego y utilizando un martillo sobre un yunque. Una vez que el acero se haya enfriado, transfiere la plantilla con la herramienta para marcar metal o un marcador.

Corte y recocido

Step 1

Fija tu acero a una mesa de trabajo en un área bien ventilada y coloca la rueda de corte abrasivo en tu amoladora angular. Colócate tu máscara, guantes y protectores de oídos y corta aproximadamente la forma de tu machete, se cuidadoso para no cortar el diseño real. Siempre apunta el chorro de chispas lejos de tu cara y de tu cuerpo y no toques el metal recién cortado, ya que está extremadamente caliente.

Step 2

Fija tu rueda de metal a la amoladora angular y suaviza cualquier aspereza. Cierra los detalles de trabajo o las curvas filosas que no pueden ser cortadas por la rueda abrasiva pero pueden ser perfeccionadas con la rueda de metal en este punto, lo que resulta en una completa hoja en blanco, lista para ser recocida.

Step 3

Recoce la hoja de tu machete calentándola y permitiendo que se enfríe lentamente. Esto ablandará el acero temporalmente, haciéndolo mucho más moldeable y fácil de trabajar en él. Prende fuego en tu hoguera o en el foso y lentamente añade carbón de leña o carbón hasta que el fuego arda. Enciende el ventilador de tu fragua o apunta el fuego con un ventilador para hacerlo arder aún más fuerte. Ubica tu machete en blanco en la parte superior de las brasas y acumúlalas alrededor de la hoja.

Step 4

Añade más carbón en caso de que sea necesario y continúa calentando con el soplador o con el ventilador. Después de varios minutos, tu hoja comenzará a ponerse negra, y un poco después comenzará a brillar de un color rojo intenso. Mueve la hoja y las brasas alrededor según sea necesario para fomentar un lento, pero intenso calor. Utiliza unas pinzas o alicates para retirar la hoja. Idealmente, habrá una sombra consistente de un naranja rojizo a través de toda la longitud de la pieza en bruto cuando se la sostiene fuera del calor. Si la hoja aún no está en este punto, colócala de nuevo en el fuego, añade más carbón y continúa calentándola.

Step 5

Retira la hoja brillante del fuego cuando haya alcanzado el color correcto. Dependiendo del tipo de acero, puedes dejarlo en el fuego y apagar el soplador, permitiendo que lentamente se enfríe a medida que se apagan las brasas, o puedes simplemente dejarla enfriar con el aire por algunas horas. Consulta con el fabricante de tu acero para determinar el mejor método para tratarlo con calor. Cuando la hoja se haya enfriado por varias horas y las pueda tocar con las manos, estará lista para trabajar en ella.

Afilar la hoja

Step 1

Para materiales más gruesos, marca una línea abajo del centro del borde de la hoja con tu herramienta para marcar metal o con tu marcador permanente desde la punta hasta la empuñadura. Fija el recocido en blanco a una mesa o a un banco de trabajo firmemente del mango. Es posible que desees utilizar un trozo de madera como material de soporte de manera que la hoja no se doble bajo la presión del esmerilado.

Step 2

Ajusta tu rueda de metal a la amoladora angular y, manteniendo la superficie abrasiva en un ángulo al borde de la hoja, comienza a afilar un bisel. Mantén el ángulo de manera consistente alrededor de los 30 grados, y haz pasadas largas sobre toda la longitud cada vez para mantener el bisel de manera uniforme. El metal se pondrá muy caliente, muy rápido, entonces para frecuentemente y moja el material con agua para disipar algo del calor. Deja de afilar cuando tu bisel alcance la línea centrada que marcaste en el borde de la hoja.

Step 3

Da vuelta la hoja y ajústala a la mesa. Comienza a afilar el bisel de este lado, manteniendo el ángulo de manera consistente en los 30 grados a lo largo de toda la longitud de la hoja y para una vez que el bisel encuentre la línea en el centro de la hoja. Ambos biseles deben ahora estar separados solo por la delgada línea que hiciste con tu marcador permanente en la mitad del borde de la hoja.

Step 4

Con la hoja todavía ajustada, marca dos puntos a lo largo de la línea central del mango a una pulgada (2,54 cm) de distancia o más, dependiendo del tamaño del mango. Aplica unas gotas de aceite y encaja la broca de metal de 1/8 pulgadas (0,3 cm) dentro del taladro de manera segura. Comienza a taladrar a través de los dos puntos yendo muy despacio para evitar el sobrecalentamiento de la broca. Si el taladro comienza a hacer humo, deja de taladrar y permite que se enfríe antes de seguir. Taladra recto a través del mango en ambos puntos y quita cualquier astilla o bordes ásperos con papel de lija.

Endurecimiento y suavizado

Step 1

Enciende otro fuego en tu forja o fosa de fuego y lentamente añade carbón hasta que alcance la temperatura de fusión. Ubica tu hoja en la parte superior de las brasas y caliéntala lentamente y utilizando de vez en cuando el soplador o el ventilador para proveer a los carbones con oxígeno adicional.

Step 2

Vierte el aceite de motor en la palangana de aluminio, asegurándote de que es lo suficientemente larga para que toda la hoja entre en ella. Es deseable que el aceite tenga unas varias pulgadas (centímetros) de profundidad, la suficiente para cubrir la hoja cuando se halla sumergido en el aceite durante la fase de enfriamiento del endurecimiento. No llenes demasiado la palangana para evitar que rebase. Ubica la palangana de enfriamiento en el exterior en un área limpia de materiales inflamables.

Step 3

Quita la hoja del fuego cuando comience a ponerse de un color rojo-anaranjado, y lleva un imán a lo largo de la longitud de la hoja y el mango. Cuando el acero se ponga lo suficientemente caliente, no continuará atrayendo al imán. Un adecuado tratamiento de calor es justo unos grados por encima de este punto. Cuando toda la cuchilla y el mango no atraigan más el imán, ubica la hoja otra vez en el fuego y caliéntala por unos minutos más.

Step 4

Sujeta la hoja por su mango utilizando los alicates y rápidamente quítala del fuego y llévala a tu bandeja de enfriamiento. Lentamente sumerge tu hoja caliente en el aceite con el borde de la hoja primero. Deja que el borde de la cuchilla se enfríe por 20 segundos antes de colocar el resto de la hoja de la cuchilla y el mango en el aceite. Este proceso producirá mucho humo y posiblemente fuego, así que ponte guantes de cuero altos y mantén tu cuerpo lo más lejos posible del latón de enfriamiento.

Step 5

Deja que la hoja se enfríe en el aceite hasta que alcance temperatura ambiente y luego cuidadosamente quita el exceso de aceite con una toalla de papel. Los derrames pueden ser limpiados con aserrín y eliminados. Cuidadosamente vierte el aceite refrigerante en un frasco seguro y arrójalo de acuerdo con las disposiciones de dónde vivas. La cuchilla debe ser cubierta de la oxidación negra con trozos de metal gris o blanco opaco. Para determinar si tu hoja ha endurecido, toma tu lima de acero y frótala firmemente contra el material de la cuchilla. Debería deslizarse, removiendo únicamente una capa de oxidación negra. Si tu lima es capaz de "morder" al metal, entonces no se ha endurecido de manera apropiada y el proceso debería repetirse.

Suavizado

Step 1

Remueve la capa de óxido negro de toda la cuchilla y del mango utilizando una lija y lima de metal. Todas las fisuras y abolladuras que hayan ocurrido durante el proceso del tratamiento térmico deben también ser quitadas hasta que dejen al descubierto la hoja de metal, más o menos idéntico visualmente a la pieza tratada previamente.

Step 2

Pre-calienta tu horno convencional a 350 grados. Después del tratamiento térmico, la cuchilla estará muy dura, pero también muy frágil, entonces debe ser moderada en un horno para sacar algo de la flexibilidad natural del acero. Ubica la cuchilla en el horno en el estante medio y permite que tome calor por una hora.

Step 3

Verifica la hoja de manera frecuente. Una capa de óxido de color comenzará a surgir, el color indica la temperatura del acero, yendo de un amarillo claro a uno fuerte, a marrón, luego a violeta y por último a un azul oscuro. Si quieres mantener un color amarillo fuerte por toda la hora, será necesario ajustar la temperatura del horno. Si quieres que la cuchilla desarrolle un óxido violeta o azul, el suavizado deberá estar en el lado más duro, para crear una cuchilla más fuerte pero menos flexible.

Step 4

Permite que la cuchilla se enfríe una vez que haya sido templada por una hora y luego repite el proceso para asegurar que el acero ha tomado la temperatura completamente.

Filo

Step 1

Afila los biseles a cada lado de tu hoja de metal hasta que el borde sea filoso. Puedes hacer esto utilizando una lima, alineando con el ángulo del bisel y recorriendo la longitud del machete, o puedes utilizar una lijadora o una amoladora angular con una rueda de lija. Si utilizas una herramienta eléctrica, la cuchilla tomará calor muy rápido, lo cual puede arruinar el endurecimiento y el suavizado, produciendo una cuchilla débil. Cuando utilizas una lijadora o una amoladora, solo amola por un segundo a la vez, después deja que la pieza se enfríe en el agua. Si el acero comienza a desarrollar una capa de color del óxido o si está demasiado caliente como para tocarla con las manos desnudas, es porque está tomando calor y debe volver a ser enfriada.

Step 2

Cambia a un papel lija de grano cuando la mayor cantidad extra de material del borde haya sido eliminada. Es posible que desees pegar el papel de lija a una superficie muy plana y dibujar la cuchilla a través en un ángulo apropiado de 25 grados para afinar el borde.

Step 3

Repite este proceso en el otro lado de la cuchilla hasta que el borde esté lo suficientemente filoso para cortar papel y los biseles estén suaves y uniformes.

Creando el mango y la terminación

Step 1

Traza el contorno del mago de tu machete sobre una báscula de madera de 1/4 de pulgada (0,6 cm) y corta la pieza con una sierra de vaivén. Da vuelta el mango y traza el otro lado, por último corta la pieza.

Step 2

Alinea una de las piezas del mango con el lado correspondiente del mango para asegurar que encaje.

Step 3

Mezcla una cantidad del tamaño de una moneda de cemento con una cantidad igual de endurecedor por 60 segundos o hasta que estén bien mezclados.

Step 4

Desparrama el cemento epoxy en un lado del mango del machete y luego aplica la madera que corresponda. Ajusta de manera que los bordes estén alineados con los bordes del mango y luego agarra con unas pinzas la pieza y permite que el cemento se asiente.

Step 5

Taladra los orificios de los remaches una vez que la primera báscula esté en su lugar. Monta la broca de 1/8 pulgada (0,6 cm) en tu taladro y amarra con unas pinzas tu cuchilla a un banco de trabajo con la báscula de madera debajo de la cuchilla y el lado sin terminar apuntando hacia arriba. Taladra a través de los agujeros para ribetes recién hechos en el mango y en la báscula de madera dura del otro lado.

Step 6

Mezcla otra porción del tamaño de una moneda de cemento epoxy con una cantidad igual de endurecedor y desparrámalo sobre el lado sin terminar del mango. Ajusta la otra báscula de madera a este lado hasta que los lados estén alineados contra el mango. Agarra con unas pinzas la báscula en su lugar y deja que el cemento se asiente.

Step 7

Remueve las pinzas de las básculas de madera. Da vuelta tu cuchilla de manera que la báscula en donde taladraste los agujeros de los remaches esté mirando hacia arriba. Agarra al machete con unas pinzas en esta posición. Taladra agujeros de 1/8 pulgada (0,6 cm) a través de los agujeros para remaches ya taladrados, haciendo que los agujeros atraviesen ambas básculas y el mango. Los agujeros de los remaches deberían ahora atravesar el material del mango.

Step 8

Utiliza el avellanador con un radio del mismo tamaño que la cabeza de los tornillos Chicago o remaches para crear avellanadores pocos profundos en los agujeros de los remaches a ambos lados del mango. Atornilla tus tornillos Chicago en su lugar o ubica los remaches con un martillo y un yunque. Puedes también aplicar cemento epoxy a los tornillos antes de que entren para crear una unión permanente.

Step 9

Utiliza papel de lija, la amoladora angular y la lijadora para redondear los bordes de las básculas de madera, y remueve el exceso de material hasta que los bordes de las básculas estén al ras de la espiga de metal, creando un agarre cómodo y ergonómico.

Step 10

Finaliza el mango con varias capas de poliuretano para sellar la madera y deja que seque por lo menos unas 24 horas antes de usarlo.

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