Formas tradicionales de curtir pieles

Escrito por Larry Parr ; July 18, 2017
Photos.com/Photos.com/Getty Images

Los seres humanos han curtido pieles por miles de años. Durante la mayor parte de ese tiempo, no contaban con los químicos modernos y estaban forzados a utilizar lo que sólo puede describirse como medidas más "tradicionales". Las formas tradicionales de curtir pieles, que normalmente son bastante económicas, aún son utilizadas hoy en día, y no existe razón para que tú no puedas hacerlo. Los dos métodos tradicionales más comunes para curtir pieles son el curtido con sesos y el curtido con corteza.

Sala y seca la piel

Coloca la piel sobre una superficie plana, con el pelo hacia abajo. Frota rocas de sal sobre el lado de la carne, usando aproximadamente una libra (450 gramos) de sal por cada libra de piel. Frota la sal cuidadosamente en toda la superficie. Cualquier lugar que dejes sin salar quedará desprotegido, y podrá deteriorarse o tener problemas con insectos. Inclina la superficie de trabajo para que los líquidos puedan drenar por la pendiente. Luego de 24 horas, raspa suavemente la superficie de la piel con un cuchillo sin filo para quitar todo el líquido que puedas. Frota más sal sobre la piel y déjala que se seque por completo durante los próximos 10 a 14 días.

Sumerje la piel en agua

Llena un barril con agua y coloca la piel seca dentro de él, revolviendo ocasionalmente. La idea es hidratar el cuero y hacerlo suave y flexible. Reemplaza el agua por agua limpia al menos un par de veces. Sumerge el cuero sólo hasta que la piel se haya rehidratado y sea manejable. Para algunos tipos de cueros, esto toma sólo un par de horas, pero para otros tipos, puede tomar mucho más tiempo. Revisa la piel a menudo.

Limpia el cuéro y sumérgelo en bórax

Estira la piel, con el pelo hacia abajo, sobre una mesa larga y plana a la altura de tu cintura. Usa un raspador de hueso o una hoja de sierra vieja y sin filo para raspar con cuidado toda la carne y grasa del lado interior del cuero. También raspa con cuidado la membrana delgada y brillante que recubre la piel. Ten cuidado para no perforar el cuero o rasparlo tan fuerte que aparezcan desgarros u orificios. Coloca el cuero en un bote de basura de plástico lleno de agua con bórax (aproximadamente una onza o 30 ml de bórax por cada galón o 4 litros de agua). Ésto limpiará el cuero y comenzará el proceso de ablandado. Revuelve el bote con una paleta de madera para asegurar que se limpie por completo.

Raspa el cuero

Coloca tu piel sobre una mesa plana, con el lado del pelo hacia abajo, y usa un cuchillo grande sin filo para raspar cualquier resto de carne, grasa u otros residuos, y luego enjuágalo en un barril con agua limpia. Escurre la mayor parte del agua de la piel y colócala nuevamente sobre la mesa, con el pelo hacia abajo.

Curtido de pieles con sesos

Los sesos del animal se pueden usar en el proceso de curtido, o bien puedes comprar el cerebro de una vaca, cerdo o caballo en la carnicería. Sumerge el cuero en agua y luego sécalo con toallas, dejándolo algo húmedo. Lleva a hervor una libra (454 gramos) de sesos en 2 galones (8 litros) de agua destilada. Deja que se enfríe ligeramente. Pinta el cuero con el líquido sobre el lado de la piel mientras la solución está aún tibia y permite que se asiente en el cuero por 24 horas. No dejes que los sesos tomen contacto con la parte del pelo.

Estira el cuero

Estira el cuero y clávalo sobre una tabla, o estíralo sobre un bastidor. Usa un remo de canoa o un mango de hacha, o un utensilio similar para suavizar la madera con la que trabajarás el cuero, frotándolo una y otra vez para romper las fibras de la piel, haciendo que la piel quede suave y flexible.

Curtido con corteza

Compra corteza de árbol triturada de tu tienda de artículos para jardinería. Necesitarás dos libras (900 gramos) de corteza en total. Muele la corteza de cualquier forma que te sea posible. Pícala con un hacha o usa un molinillo o una lima si cuentas con estas herramientas. Cuanto más fina esté molida la corteza, mejor podrás curtir tus cueros. Coloca la corteza molida en una olla de acero inoxidable, cubriéndola con agua destilada y dejándola hervir por una hora. Mezcla la mitad de la corteza hervida con una cantidad idéntica de agua destilada y pinta una leve capa sobre el cuero, del lado de la carne. Deja actuar toda la noche. Al día siguiente, aplica una capa más generosa de corteza sobre el cuero y deja actuar por 24 horas. Estira y aplica algo de fuerza sobre el cuero con un remo de madera para suavizarlo.

Ahumado

Coloca el cuero sobre un fuego humeante con el cuero en forma de cono. Deja que el humo penetre en el cuero hasta que tome un intenso color marrón. El humo evitará que el cuero vuelva a endurecerse si se humedece. Este paso debe seguirse sin importar si has curtido el cuero con sesos o con corteza de árbol.

Muyfitness
×