Cómo mantener congelado el helado sin un congelador

Los cristales de hielo son los que ayudan al helado a mantener su estructura.

Thomas Northcut/Digital Vision/Getty Images

Los cristales de hielo que son los que ayudan al helado a mantener su estructura empiezan a derretirse cuando se exponen a temperaturas superiores a los 32 grados Fahrenheit (0ºC). Para evitar que se derritan, es importante crear un entorno de almacenamiento capaz de mantener la temperatura por debajo del nivel de congelación. El hielo seco y el aislamiento adecuado te ayudarán a enfriar un recipiente lo suficiente como para proteger la estructura del helado. De esta forma, puedes servirlo en un día de campo o en una fiesta sin tener que llevar contigo pesadas bolsas de hielo.

Step 1

Saca con una espátula el helado de su envase original y transfiérelo a un recipiente de metal que sea suficientemente hondo y grande para guardar el helado cuando lo saques del empaque. Al colocar el postre congelado sin empaque dentro del contenedor, creas bolsas de aire frío que harán que se derrita naturalmente en menos tiempo.

Step 2

Cubre el fondo de una hielera grande con una toalla. Utiliza un par de guantes de cuero grueso o aislantes para colocar cerca de un tercio de hielo seco en su interior.

Step 3

Golpea suavemente los pedazos de hielo seco con un martillo para romperlo en cubos de aproximadamente una o dos pulgadas (2,5 a 5 cm).

Step 4

Asegura la tapa del recipiente de metal y colócalo sobre el hielo triturado. Asegúrate de que el contenedor esté sólidamente asentado sobre el hielo seco.

Step 5

Coloca el hielo seco restante dentro de la hielera y rómpelo en trozos pequeños con el martillo. Pon los pedazos de hielo seco en la parte superior y alrededor del recipiente de metal cerrado.

Step 6

Cubre el hielo seco con otra toalla y cierra la tapa de la hielera. Si ésta no tiene un cierre seguro, sella la tapadera con cinta adhesiva para evitar que el aire frío se escape.

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