Cómo hacer la que escuela dominical sea divertida

Las clases de la escuela dominical deben ser una parte importante de la educación religiosa del niño.

funstock/iStock/Getty Images

Las clases de la escuela dominical pueden ser animadas, interesantes y capturar la imaginación de los niños. Identifica actividades que sean apropiadas para las edades de los chicos, tales como canciones infantiles con movimientos de manos para los preescolares y actuar las historias de la Biblia para los niños mayores. Incluye actividades físicas para chicos jóvenes y lecciones interactivas para niños en edad escolar. Deja que los estudiantes ganen oportunidades para ser el maestro por períodos cortos de tiempo. Estarán más atentos y sacarán más provecho de las clases de la escuela dominical si se han involucrado activamente y las lecciones son presentadas de un modo creativo.

Step 1

Prepara tus lecciones por adelantado. Ajusta el programa a las edades de los chicos de tu clase. Evita largas lecturas tipo conferencia.

Step 2

Involucra a los niños en actividades animadas. Canta, baila o actúa segmentos de la historia de la Biblia.

Step 3

Memoriza versos de la Biblia de manera entretenida. Los niños pequeños aman oír a la maestra usando voces divertidas. Deja que los pequeños usen su "voz exterior" adentro para decir los versos.

Step 4

Corta la rutina ocasionalmente, dejando que jueguen un juego o caminen por el exterior alrededor de la iglesia. Pueden saltar, brincar o caminar hacia atrás. Deja que los niños usen instrumentos rítmicos para acompañarse mientras cantan canciones.

Step 5

"Deja salir tus locuras", si los niños son inquietos o tienen problemas para escuchar, diles a todos que se paren detrás de sus sillas. Dales de 30 a 60 segundos para ser lo más ridículos que quieran ser. Haz muecas, salta de un lado, mueve tus brazos y haz sonidos tontos. Al final del tiempo asignado, les dices que estás contento de que hayan conseguido deshacerse de sus tonteras para que puedan disfrutar el resto de la lección.

Step 6

Ayúdalos a preparar un espectáculo de títeres o algunas canciones con movimientos de manos. Programa un tiempo en un futuro servicio para que ellos actúen frente a la congregación para mostrar lo que han aprendido.

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