Cómo limpiar el óxido de las ollas de hierro forjado

Ollas y sartenes de hierro forjado.

Susann Cavokaz

Las ollas de hierro forjado son ideales para cocinar porque conducen el calor en forma homogénea. También pueden pasar de generación en generación ya que si las curas adecuadamente, la olla de hierro forjado no se oxida. Sin embargo, si no la has curada adecuadamente o la has dejado sin usar durante un largo periodo de tiempo, se formará óxido. Si lo quitas de la olla y luego la curas, puedes convertir la olla oxidada en tu recipiente favorito.

Step 1

Llena la pileta con una solución de una parte de vinagre y una parte de agua. Sumerge la olla de hierro forjado en la solución.

Step 2

Deja la olla en remojo hasta por cuatro horas. No la remojes demasiado.

Step 3

Quita la olla de la solución y enjuágala. Con un cepillo de nailon, frota la olla con movimientos circulares para quitar el óxido suelto que ha quedado. Seca con una toalla.

Step 4

Inspecciona la olla en busca de signos de óxido y lija ligeramente los rastros del mismo.

Step 5

Calienta el horno a 350 grados Fahrenheit (176 grados centígrados). Cubre ligeramente la olla con aceite vegetal o manteca vegetal. Coloca una placa para horno forrada con papel de aluminio en la rejilla inferior del horno. Coloca la olla al revés en la rejilla del medio y déjala en el horno durante 45 minutos. Quítala, espera a que se enfríe y guárdala.

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