Habilidad de comunicación

Las tareas del anfitrión requiere de comunicación, sin importar si se habla con compañeros de trabajo, empleados o clientes. Así, una persona debe de conocer como expresas la ideas eficientemente, mantener una discusión y dar indicaciones. Esto significa que el individuo debe conocer como hablar claramente de forma que los clientes y colaboradores puedan comprender y contestar para transmitir una información concisa. Por ejemplo. cuando un cliente pregunta sobre el menú, el anfitrión debe proporcionar información clara y comprensible.

Habilidades multi-tareas, de adaptación y de organización

Un anfitrión debe de contar con habilidades multi-tareas. La mayor parte de los deberes del anfitrión involucran más de una tarea a la vez. Por ejemplo, saludar a los clientes, mostrarles sus mesas asegurarse de que el área se encuentre limpia todo al mismo tiempo. Ya que el ser anfitrión involucra las constantes peticiones de los clientes y cambios como una mesera que no sirva en las mesas, la persona requiere de habilidades de adaptación y organización. Esto significa que tales tareas como las peticiones de los clientes y las emergencias sean colocadas antes de las tareas menos importantes.

Atención a los detalles

Poner atención a los detalles significa la diferencia para que todo vaya bien y los clientes tengan una mala experiencia. Así, el anfitrión requiere poner atención a los detalles incluso a los pequeños, debido a que los clientes lo pueden notar. Un anfitrión o anfitriona debe de tener la habilidad de poner atención a cualquier espacio sucio y menús manchados o asientos.

Habilidades de servicio al cliente

Ser anfitrión involucra trabajar en público. Por lo que un anfitrión debe sentirse cómodo interactuando con los clientes. También, el anfitrión requiere de habilidades de servicio al cliente. Por ejemplo, el individuo debe conocer como escuchar efectivamente a los clientes, a pesar de que se quejen o se sientan felices con el servicio. Si los clientes se quejan, el anfitrión debe de ser capaz de escuchar y resolver el problema, incluso si se trata de disculparse por algo que hizo un colaborador.