Haz circular el aire

Abre las ventanas de la habitación afectada; pon ventiladores cuadrados en cada ventana con el frentes de los mismos mirando hacia afuera. Aumenta la potencia de los ventiladores hasta su ajuste máximo. Dichos aparatos extraerán el aire del cuarto y lo enviarán al exterior, ventilando así la habitación. Permite que los ventiladores funcionen durante varias horas hasta que el olor a pegamento se haya disipado.

Desodoriza el aire

Ubica un tazón descubierto de vinagre en el centro del cuarto si éste es pequeño; utiliza varios tazones si la habitación es más grande. Cierra todas las puertas y ventanas que den hacia el cuarto y deja que el vinagre permanezca al interior del mismo durante 24 horas cuando menos. El vinagre absorbe olores y deberá quitar cualquier olor a pegamento persistente. Adicionalmente, puedes llenar una botella con spray con medidas iguales de vinagre blanco y agua, y rociar toda la habitación y el aire de la misma con éste para retirar los olores.

Filtra el aire

Sitúa un balde con carbón activado granulado en el cuarto que tenga el olor a pegamento; cierra todas las puertas y ventanas, y deja el carbón en la habitación cuando menos durante toda la madrugada. El carbón activado es altamente poroso y tiene carga positiva, a medida que el aire se mueve a través de éste, el carbón remueve del aire las partículas cargadas negativamente, tales como las del olor a pegamento, absorbiéndolas. Este material tendrá que ser reemplazado si deja de funcionar, lo cual quiere decir que el mismo ha alcanzado su punto de saturación y que ya no puede absorber nada más.

Purifica el aire

Pon en funcionamiento un purificador de aire para remover el olor a pegamento del cuarto. Los purificadores de aire mecánicos pueden retirar los contaminantes, los olores y los gases de los interiores haciendo correr el aire a través de un filtro de carbono para luego liberarlo en la habitación cuando esté limpio y desodorizado. Un limpiador de aire electrónico absorbe el aire hacia la máquina para brindarle a las partículas una carga eléctrica que sea opuesta al tipo de carga encontrado en las partículas nocivas, tal como el olor a pegamento persistente, lo cual purifica el aire sin tener que usar un filtro que deba ser periódicamente cambiado.