¿Cuáles son los poderes de Hera?

Hera siempre era representada como una mujer regia y hermosa.

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Hera era la reina de los dioses Olímpicos, quienes eran los más importantes de la religión politeísta de la Antigua Grecia. Hera, junto con su esposo y hermano, Zeus, fueron algunos de lo dioses que nacieron de los Titanes: Una raza de dioses con un terrible poder que gobernaron el mundo mucho antes de la era de los dioses olímpicos. Cada dios de la mitología griega era el encargado de un aspecto en particular del mundo antiguo y poseían poderes que iban mucho más allá de sus límites.

Papel de Hera

Hera gobernaba como la reina de los dioses olímpicos. Su papel directo era el de diosa de la mujer y del matrimonio. En la religión de la Antigua Grecia, cualquier asunto relacionado con la mujer y el matrimonio entraban en la jurisdicción de Hera. Para peticionar su intervención se ofrecían sacrificios animales o era adorada en los muchos templos dedicados a ella que existían por toda Grecia.

Poderes tradicionales

Los superpoderes de Hera eran similares a todos los de los demás dioses olímpicos. Poseía fuerza superior, inmortalidad y resistencia a las heridas, y debido a la sección particular de la vida de los griegos sobre la cual presidía ella (el matrimonio y la mujer), poseía la habilidad para bendecir o maldecir los matrimonios. También era capaz de proteger a las mujeres de ser violadas, de morir durante el parto y ayudaba a preservar la salud de las mujeres en general.

La ira de Hera

Su esposo Zeus era un mujeriego que tuvo muchos amores y que procreó a muchos hijos fuera de su matrimonio. Hera descargaba toda su ira sobre las amantes de Zeus. Utilizaba su habilidad para manipular la voluntad de los animales y también podía maldecir a las personas. Heracles fue uno de los muchos hijos que Zeus tuvo durante uno de sus amoríos. Hera, celosa de esta traición, desató su ira sobre Heracles. Envió serpientes para atacarlo cuando aún era un niño, lo hizo trabajar como esclavo y eventualmente provocó que enloqueciera, lo que lo condujo a matar a su esposa y a sus hijos, condenándolo a la mortalidad. También poseía el poder de la partenogénesis: la capacidad de procrear hijos por sí misma. Ella sola procreó a Hefesto sin la ayuda de ningún hombre.

Culto de Hera

Hera, dada su importancia en la vida diaria de la mitología Griega, poseía un culto dedicado a ella. Aquellos miembros del culto de Hera la adoraban como la diosa más importante en sus vidas. Su culto se expandió tanto que había tiempos dedicados a ella a lo largo de toda Grecia. Se construyeron sitios en su honor en Atenas, Argos, Esparta, Olimpia, así como también en muchas ciudades pequeñas.

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