Qué sucede a diferentes temperaturas en un horno para cerámica

Escrito por Rod Kuster ; última actualización: February 01, 2018
Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images

El proceso de cocción del horno es una forma artificial de crear rocas metamórficas. Este proceso se produce naturalmente, pero requiere el calor y la presión encontradas muy por debajo de la superficie de la tierra. Encender el horno por primera vez puede ser una experiencia desalentadora. Las temperaturas ascienden a varios miles de grados Fahrenheit, cambiando la estructura molecular de la arcilla. Una serie de reacciones químicas importantes se producen en el interior del horno que deberías entender para quemar con éxito tu cerámica.

Tiempo de secado

El error más común es cocinar la arcilla que no está suficientemente seca para sobrevivir a la elevación de la temperatura. La arcilla explota a medida que el agua trata de escapar desde el interior de la arcilla, creando una enorme cantidad de presión. La cerámica fina como las tazas puede tomar sólo uno o dos días para secarse, mientras que las esculturas gruesas pueden tardar semanas o incluso meses para secar completamente. La composición de la arcilla es también un factor que afecta el tiempo de secado y la estabilidad.

Agua unida mecánicamente

Ajustar el horno a una temperatura baja comenzará a calentar la arcilla en el interior del horno. A medida que la temperatura aumenta, el agua restante en la arcilla comienza a hervir y forma vapor. Debes tener cuidado de mantener la temperatura igual o inferior a 212 grados F (100 grados Celsius). Esto permitirá que todo el agua unida mecánicamente sea liberada. El horno necesita ventilación en esta etapa, ya sea manteniendo abierta la tapa o abriendo una mirilla o dos. Siempre y cuando el vapor esté saliendo del horno, no sobrepases la temperatura del punto de ebullición. Esto ayudará a evitar que la cerámica explote por el agua atrapada expandiéndose en vapor.

Agua unida químicamente

Una vez que la temperatura alcanza aproximadamente 900 grados F (482 grados Celsius), el agua que está ligada químicamente dentro de las estructuras cristalinas de la arcilla y minerales se quema. A esta temperatura, la arcilla se somete a un cambio de cerámica y nunca vuelve a su estado original. También se conoce como la etapa de inversión de la sílice ya que la estructura cristalina de la arcilla cambia. El aumento de temperatura debería ocurrir lentamente en esta etapa para evitar el agrietamiento.

Quemar impurezas

A medida que la temperatura alcanza los 1.480 grados F (804 grados Celsius), el interior del horno comenzará a brillar en un color rojo oscuro. Durante el aumento de la temperatura, todas las impurezas en la arcilla se queman, incluyendo cualquier otro material que pueda estar presente, tal como cera, serrín y papel. Es importante que estas impurezas se quemen para evitar problemas, tales como defectos de esmalte, a temperaturas más altas.

Temperatura de bizcocho

A medida que el barro se calienta en la etapa de sinterización, de 1.480 a 1.650 grados F (804 a 898 grados Celsius), toda el agua se ha quemado. El aumento de calor también crea un aumento en la movilidad molecular en la arcilla que causa la formación de nuevos enlaces químicos entre las partículas. Este rango de temperatura forma lo que se conoce como utensilio de bizcocho y crea un resplandor de color rojo brillante en el horno.

Temperaturas superiores

Las temperaturas más altas, 2.000 grados (1.093 grados Celsius) o más, dará lugar a que las partículas de arcilla comiencen a fusionar juntas. Este proceso se denomina vitrificación, es decir, la fusión de las partículas en una estructura similar al vidrio. Los fundentes y materiales refractarios (fusión y no fusión) sufren reacciones químicas que causan que los esmaltes aplicados se conviertan en cristal. El resplandor del horno cambiará de naranja a amarillo y finalmente a blanco. La loza de barro se derretirá por encima de 2.100 grados (1.148 grados Celsius), el gres por encima de los 2.400 (1.315 grados Celsius) y la porcelana a alrededor de los 2.600 grados F (1.426 grados Celsius).

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