Historia de los colores de tinte para el cabello

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Los arqueólogos han encontrado evidencia que demuestra que los humanos han utilizado varios elementos para cambiar el color de tanto el cabello como la piel desde los tiempos del hombre de Neanderthal. Los antiguos galos y los sajones se teñían de varios tonos vibrantes para demostrar su rango e infundir temor en los enemigos en el campo de batalla. Los hombres babilonios se salpicaban polvo de oro en sus cabellos. En la época de los antiguos egipcios, griegos y romanos, la materia vegetal y animal era comúnmente utilizada para colorear el pelo. Las primeras mezclas solo podían oscurecerlo, pero se hallaron métodos para teñirlo de rubio, frecuentemente exponiéndolo a la luz solar por horas. A través de la historia, se han utilizado varios medios para producir un espectro completo de colores de tintes para el cabello.

Los tintes para el cabello en la Edad Media, el Renacimiento y la Era Victoriana

En la Edad Media, el pelo colorado era considerado el resultado de un defecto genético. Por varios años, las personas que nacían con ese color eran sospechadas de practicar la brujería. Sin embargo, en el siglo XVI, el tono rojizo natural y vibrante de la reina Elizabeth I hizo que este color fuese más aceptado y pronto se comenzaron a utilizar productos como el henna, que ya era usado por los antiguos egipcios para conseguir tener el cabello en esa tonalidad.

Durante el período Barroco - cuando las pelucas muy elaboradas y empolvadas gozaban de gran popularidad - los colores usados eran de la gama de los pasteles, desde rosados a amarillos, hasta incluso el azul. El cabello rubio continuó siendo deseable y se utilizaba lejía de potasio o soda cáustica para blanquearlo.

Las mujeres victorianas usaban grandes sombreros con la parte superior abierta para exponer su cabello tratado al sol fuerte. Al mismo tiempo, el color gris para el pelo estaba de moda, lo que hizo que se volviera al polvo para el cabello para potenciar el efecto. Por un tiempo se utilizó el nitrato de plata para oscurecer el pelo, hasta que su uso excesivo dio lugar a un color púrpura. Éste resultado llevaría eventualmente a la creación del primer tinte sintético.

Tinte para cabellos sintético

En el siglo XIX, los químicos descubrieron la para-fenilendiamina (PPD) y su uso en la creación de tintes sintéticos. Al mismo tiempo, se supo que el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) era un químico más suave y seguro para decolorar el pelo. Estos dos descubrimientos prepararon el terreno para Eugene Schueller, quien creó el primer tinte químico para el cabello comercial, al cual nombró "Aureola". Ese producto se conocería como "L´Oreal". El proceso doble para teñir el cabello de rubio sería el próximo en aparecer y en 1932 los tintes fueron refinados por Lawrence Gelb, quien creó uno que penetraba el pelo. Su compañía sería conocida como "Clairol". Más tarde en 1950, él introdujo la primer tintura de un paso que iluminaba el cabello sin decolorarlo. Ésto marcó el comienzo de la era moderna en este campo, la cual incluía la posibilidad de hacer el teñido del pelo en el hogar.

Cómo funcionan los tintes para el pelo

El color natural del cabello está condicionado por la genética, que determina la cantidad de los dos pigmentos contenidos en la corteza capilar. Este porcentaje determina el color, no obstante el cabello gris no tiene ninguno de los pigmentos. Los productos para teñir hoy en día trabajan con éstos, removiendo el color natural y agregando uno nuevo. Actualmente, este proceso es normalmente alcanzado en un solo paso. Dependiendo de la formulación del producto utilizado, el cambio puede ser temporal, en cuyos casos el cabello gradualmente volverá a su color anterior; o permanente, en los cuales solo un proceso de remoción del tono o una nueva coloración puede cambiar la apariencia del pelo. El teñido no afecta el crecimiento del nuevo cabello, que aparecerá del color natural.

Tipos de tintes para cabello disponibles hoy en día

Hay una infinita selección de colores disponibles actualmente, desde tonos naturales, hasta aquellos que no lo son. El teñido todavía daña el cabello, pero hay varios productos acondicionadores que pueden minimizar este efecto.

Hay cuatro variaciones principales en tintes para el cabello hoy en día:

Color temporal: Similar a una pintura o máscara para el cabello, estos colores se aplican en la parte superior del pelo y no penetran en él. Mayormente disponibles en tonos brillantes o exóticos, desaparecerán con los lavados.

Color Semipermanente/ Demipermanente: Éste también forma una capa sobre el pelo pero, a diferencia de los temporales, se une químicamente con el cabello. No puede ser usado para aclararlo pero agrega vitalidad. Mientras que los semipermanentes se irán con los lavados, los demipermanentes penetran en el pelo de manera que durarán más.

Color Permanente: Debido a que contiene amonio y peróxido, permiten a la tintura penetrar la corteza y romper la melanina natural. Cambia fundamentalmente el cabello y no se va con los lavados, aunque puede desaparecer si no es aplicado correctamente, hay daño en las cutículas e incluso exposición al sol.

El futuro del color para el cabello

El agregado de silicona y otros ingredientes similares a los acondicionadores ha reducido en gran medida la cantidad de daño causado por los teñidos repetidos del cabello. La investigación constante continúa generando productos que trabajan en el nivel molecular del pelo. Eventualmente, podría utilizarse la tecnología láser dado que algunos experimentos han demostrado su eficacia para remover el color del cabello. Sin embargo, controlar un láser al grado de realizar cambios sutiles de una manera segura en el cabello de una persona viva podría ser todavía ciencia ficción.

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