Cómo iniciar un negocio pequeño de mermeladas y jaleas

Todos los que han probado tus mermeladas y jaleas caseras se han entusiasmado y te han pedido más. Es por eso que sabes que tienes un gran producto con combinaciones de sabores únicos. La idea de dirigir un negocio propio siempre te ha atraído. Después de trabajar en el negocio de tu jefe por los últimos 15 años, no tienes ninguna duda de que sabes lo que estás haciendo. Simplemente no sabes cómo empezar.

Colócale una marca de fábrica a tu producto. Inventa un nombre que no sólo describa a las mermeladas y jaleas, sino que sea algo que la gente recuerde. También querrás un logotipo único así como el nombre que has elegido. Si no eres bueno con las artes gráficas, haz que un profesional ponga tus ideas en algo concreto. Utiliza tu logotipo en todas tus etiquetas, artículos de papelería y tarjetas de visita.

Visita tu oficina de extensión del condado para averiguar si legalmente puedes hacer las mermeladas y jaleas en la cocina de tu casa. Algunos estados, en realidad, te permiten hacer eso. Sin embargo, otros estados requieren que tu cocina esté certificada o que hagas tu producto en una cocina certificada. Si tienes que usar una cocina certificada, existen maneras menos costosas para lograr tu objetivo que alquilar una cocina a tiempo completo. Algunos restaurantes, panaderías y cafés no están abiertos por la noche o por la mañana. Habla con el gerente sobre el alquiler de las instalaciones de la cocina. Otras posibilidades incluyen iglesias, centros comunitarios o centros para personas mayores.

Solicita una licencia de negocio y un número de identificación fiscal si tu estado recauda los impuestos sobre las ventas. También necesitarás este número para comprar los materiales al por mayor.

Colócale el precio a tu producto. Antes de vender tus mermeladas y jaleas debes asegurarte de que estás obteniendo un beneficio. Lista todos los ingredientes que componen un frasco de mermelada o jalea de cada tipo que vendes. Incluye el alquiler de una cocina certificada, si es necesario, y es posible que tengas gastos en aquellos mercados en donde venderás tus productos al público. Lista todos sus gastos adicionales. Debes incluir éstos en el precio del producto. Una vez que sepas cuánto cuesta producir tus mermeladas y jaleas, una buena regla general es duplicar esa cantidad para llegar a un buen precio de venta al por menor.

Vende tus mermeladas y jaleas en los mercados de agricultores locales, los mercados sabatinos y en ferias de vacaciones. Debido a que ya tienes un aspecto profesional y tienes un gran producto, tus mermeladas y jaleas tienen una buena oportunidad de venderse bien. El boca a boca es un buen comienzo para la publicidad gratuita.

Habla con los gerentes de las tiendas de alimentos gourmet y tiendas de regalos con el fin de ofrecerles tus mermeladas y jaleas. Prepárate con un buen discurso. Prepara un folleto, una muestra de mermelada o jalea y una tarjeta de negocios que le deberás entregar al gerente.

Crea un sitio web para vender tus mermeladas y jaleas en línea. También, ponte en contacto con aquellos sitios web que pienses que pueden ofrecer tus productos o que te permitan venderlos en su sitio.

Comercializa tus mermeladas y jaleas. Una parte de la comercialización son las muestras. Ten muestras en las galletas para que la gente las pruebe en los mercados y ferias donde se venderán tus productos. Consigue algo de publicidad gratuita mediante el envío de un comunicado de prensa a los periódicos locales. Considera la compra de anuncios de banner que dirigirán el tráfico a tu sitio web. Escribir artículos para tu sitio sobre las maneras de utilizar tus mermeladas y jaleas en las recetas y ofrecer un boletín de noticias son excelentes herramientas de marketing que te ayudarán a vender tu producto.

Mantén un buen registro. Tu negocio de mermeladas y jaleas funcionará mejor si tus registros contables están al día. Tendrás que ser capaz de encontrar fácilmente la información sin tener que buscarla en una montaña de papeles que no tienes en orden. Además, si tu estado requiere que cobres el impuesto a las ventas o que tengas que declarar y pagar impuestos sobre la renta, tener tus libros en orden hace que un trabajo desagradable sea fácil de manejar. Consulta con un contador en cuanto a cómo y cuándo tendrás que pagar tus impuestos.

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