Step 1

Quédate con la llave de tu casa. Cuando dejaron el hogar y les dijiste que siempre serían bienvenidos, no lo dijiste literalmente. Tienes el derecho de la cortesía de una llamada telefónica antes de que tus hijos vayan de visita. Hazles saber que si están en crisis, son bienvenidos a llamar camino a tu casa, pero no deberían tener una llave o ir y venir como quieran. Poner límites con tus hijos adultos significa esperar cortesías comunes.

Step 2

Escucha. Es uno de los mejores regalos que les puedes dar a tus hijos cuando se convierten en adultos. Escucha sus historias y sus problemas y hazles saber que los has escuchado. Luego, pregúntales qué planean hacer a continuación. Escucha sin juzgar ni actuar. No eres responsable de arreglar sus problemas. Pon tus límites para que no pierdas el sueño descubriendo cómo solucionar sus problemas.

Step 3

Envía a los nietos a sus casas. Las visitas con los nietos son agradables. Puede ser divertido desarrollar una relación con los niños que no son propios pero que comparten herencia. No tomes un rol de padre, requerir que tus hijos adultos actúen como padres de sus propios hijos es una manera de poner tus límites en forma clara.

Step 4

Retén tu chequera. Los límites financieros son importantes. Una cosa importante para los hijos adultos es su habilidad para proveerse a sí mismos. Todo el mundo toma decisiones malas a veces, pero si no tienen que vivir con las consecuencias de esos errores, nunca aprenderán. Cuando tus hijos adultos tienen problemas financieros, darles el dinero debería ser el último recurso. Si eso sucede, carga una cantidad justa de intereses y pídeles que te paguen el préstamo.