Cómo limpiar un tanque de expansión del refrigerante

Father and son repairing car

Creatas/Creatas/Getty Images

Eliminar los depósitos de expansión de plástico debe haber sido una buena idea en ese momento y en cierto sentido lo es. Un tanque de expansión de plástico permite que veas un nivel de líquido, lo cual hace que observar las cosas sea mucho más fácil. Sin embargo, esos tanques blancos también acostumbran a atrapar el óxido y las partículas minerales que flotan sobre el refrigerante, produciendo una fea mancha de color naranja en éstos. La restauración de un depósito de expansión, sin embargo, no es más difícil que la limpieza de cualquier otra cosa con un anillo feo y oxidado.

Desmonta el depósito de expansión del líquido refrigerante, desconecta el tubo de goma y extrae el depósito del vehículo. Este paso puede o no ser necesario, pero evitará que todos esos productos químicos repugnantes se derramen por todo el motor.

Llena el tanque hasta el tope con el removedor de óxido, calcio y cal. Tienes un par de opciones aquí. El removedor CLR funcionará mejor cuando está caliente, pero no calientes la materia en tu casa, o te arriesgarás a inhalar los humos. También puedes sumergir completamente el tanque en un balde de 5 galones (18,9 lts) de CLR para quitar la herrumbre del exterior.

Atornilla la tapa nuevamente y permite que el depósito de expansión se asiente durante al menos una hora, preferiblemente durante la noche. Agita el tanque alrededor de un par de veces para agitar la mezcla, lo cual ayudará a liberar las partículas de óxido que están aferradas. Después de haber permitido que se asiente, vierte la mezcla hacia fuera y enjuaga el tanque con agua. No utilices ningún tipo de jabón.

Vuelve a llenar el tanque con una mezcla 75/25 de agua y lejía, y déjalo reposar durante 1 a 3 horas. La mayoría de los tanques de expansión están hechos de plástico de polietileno, una sustancia a menudo utilizada para construir los tanques de almacenamiento de productos químicos. El tanque debe resistir el blanqueador sin ningún problema. El blanqueador debería matar cualquier óxido que queda en el tanque.

Desecha la lejía, lava el tanque con agua y llénalo con agua pura. Déjalo reposar durante al menos 30 minutos y repite dos veces más. El tanque todavía olerá a un poco de lejía, pero no será suficiente para tener un impacto en el sistema de refrigeración. Vuelve a colocar el tanque que está ahora limpio.

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