Limpieza de ventanas con vinagre y amoniaco

Deja tus ventanas relucientes con vinagre y amoniaco.

Creatas/Creatas/Getty Images

El vinagre y el amoniaco son dos de los ingredientes más usados en limpiadores caseros para ventanas. Una mezcla de estos dos ingredientes produce un limpiador de vidrios muy efectivo, dejando tus ventanas relucientes y libres de marcas. Al preparar tu propio limpiador con estos componentes, tendrás un producto casero igual de efectivo, pero mucho más económico, que los limpiadores especializados de marcas comerciales.

Preparar tu limpiador

Todo lo que necesitas para preparar tu propio limpiador de ventanas es amoniaco, vinagre y agua. Es más fácil si preparas tu solución en una botella atomizadora, de modo que puedas rociar fácilmente el producto sobre ventanas y espejos. Mezcla una taza de vinagre, una taza de amoniaco y dos tazas de agua tibia. Si lo prefieres, puedes agregar un aceite de esencias como limón o menta para darle un aroma fresco a tu limpiador. También puedes añadir una cucharada de detergente o jabón líquido. Esto ayudará a cortar las manchas de grasa o aceite que se hayan acumulado sobre la superficie del vidrio.

Usar limpiadores de vidrio

Para usar tu limpiador casero, simplemente rocíalo directamente sobre la superficie de vidrio y límpiala para secarla. Para evitar que quede pelusa sobre el vidrio, utiliza periódicos en vez de trapos. También puedes utilizar toallas de microfibra, que no dejan pelusa. Los trapos de algodón también funcionan, aunque podrían dejar un rastro de pelusa. Si deseas dar a tus ventanas un brillo realmente perfecto y libre de marcas, utiliza una escobilla de goma. Al limpiar tu ventana con una sola pasada, evitarás las marcas de la limpieza.

Seguridad

Aunque es un ingrediente muy común en limpiadores domésticos, el amoniaco es tóxico. Debes utilizar una mascarilla al mezclar tu limpiador, y usar guantes siempre que lo utilices para limpiar. Mantén tu limpiador lejos del alcance de los niños y mascotas, y marca la botella de forma clara para saber siempre qué contiene. Asimismo, nunca uses amoniaco junto a un limpiador que contenga lejía, y tampoco guardes tu limpiador de ventanas cerca a la lejía. Al mezclarse, el amoniaco y la lejía emiten un vapor letal.

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