Cómo aumentar la capacidad de atención de los niños

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Los niños naturalmente tienen poca capacidad de atención. Entre más joven sea el niño, menor es su concentración. De acuerdo con Kidsgrowth.com, la capacidad de atención de un niño es de tres a cinco minutos por cada año de su vida. Ayudar a tu hijo a aumentar su atención tomará algún tiempo y dedicación. Podrás verlo mientras más tiempo pases con tu hijo. Hay varios ejercicios que se pueden incorporar para ayudar al niño a enfocarse y concentrarse en un tema en particular durante un período de tiempo más largo.

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Determina cuál es el momento adecuado para trabajar en la capacidad de atención de tu hijo. Si es antes de acostarse, el niño estará cansado y lo más probable es que no se concentre en la tarea a realizar. Temprano en la mañana podrías abrumarlo y después de la cena el niño puede estar aletargado y perezoso. Elige un momento en que tu hijo esté alerta y tenga un montón de energía.

Encuentra un espacio de tu casa en donde puedas trabajar para ampliar la capacidad de atención de tu hijo. Evita las distracciones, como la televisión o una zona de alto tráfico, ya que pueden evitar que se concentre.

Permite que tu hijo se dedique a actividades de diversión que le interesen y que le exijan prestar atención y concentrarse durante largos períodos de tiempo. Sienta al niño en una silla con la espalda recta y permítele pintar, trazar, dibujar o esculpir. Deja que construya modelos de aviones o de coches si lo prefieres. Debido a que la actividad es divertida e interesante para tu hijo, va a quedar enganchado y sin que se dé cuenta, va a trabajar en la ampliación de su capacidad de atención.

Haz que tu hijo escuche un capítulo de un audiolibro. Habla del libro con él y deja que te cuente de qué se trataba el capítulo. Aumenta la duración del material que él escucha gradualmente, ya que se verá obligado a mantener la concentración. Comienza con canciones infantiles y cuentos, si tu hijo es un niño en edad preescolar.

Léele a tu hijo diariamente por lo menos 20 minutos. Leerle a tu hijo favorece sus habilidades lingüísticas y lo estimula a enfocarse y concentrarse. Empieza con libros ilustrados de colores y ve graduando con cuentos más largos con el tiempo.

Cómprale a tu hijo un perro o un gato y haz que lo cepille durante un periodo de tiempo cada día. Tu hijo tendrá que centrarse en la tarea y completarla. Al hacer de esto una rutina diaria, tu hijo estará trabajando en la ampliación de su capacidad de atención todos los días.

Felicita a tu hijo cuando empiece, trabaje y complete una tarea. El refuerzo positivo lo motivarán a seguir ese comportamiento.

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