Cómo manejar a los estudiantes problemáticos en el aula

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Para los maestros es esencial tener la habilidad del gerenciamiemto de la clase. Supervisar a un grupo de chicos con diferentes personalidades y antecedentes es una tarea desafiante. Eres responsable por su crecimiento académico mientras que tienes que asegurar que el ambiente de aprendizaje sea acogedor y seguro. Establece un plan de disciplina en la primera semana de clases e impleméntalo de manera justa y consistente. Claramente explica tu definición de conducta apropiada en el aula, así como también tu sistema de recompensas y consecuencias. Asegúrate de que tu plan de conducta refuerce el código de conducta de la escuela en lo que se refiere al comportamiento problemático.

Habla con el estudiante en público y en privado. Cuando los estudiantes molestan en una clase con charla innecesaria o abandonando sus asientos, diles que se detengan inmediatamente e infórmales sobre las consecuencias tal como figuran en las reglas y expectativas de la clase. Habla con ellos otra vez después de clase o en una reunión con el director, si las molestias continúan.

Determina las causas de la mala conducta y ocúpate de ellas si te es posible. Si un estudiante de pronto comienza a molestar en clase luego de haber sido tranquilo y estudioso todo el año, la conducta puede indicar un problema en la casa o en la escuela con sus compañeros. Habla con el consejero de la escuela sobre la posibilidad de tener una reunión con el estudiante para tener información adicional. Si tienes una relación de comunicación con él, háblale y ofrécele ayuda si es lo apropiado.

Reúnete con sus padres si la mala conducta persiste. Esto te ayudará a colaborar con ellos y discutir las formas de ayudarlo para que se adapte a las expectativas del aula. Pídeles a los padres información y consejo. No uses esa reunión con los padres como un foro para darles tus opiniones sobre lo malo que es su hijo o para criticar la forma en que lo educan.

Establece un plan y un contrato de conducta para las ofensas repetidas. Un consejero o un experto en conducta de tu escuela te puede ayudar con esto. Un contrato de conducta delinea las formas específicas en las que un estudiante debe actuar en la clase. También lista las posibles recompensas por llegar a las metas. Haz que el documento sea firmado por el estudiante, sus padres y por supuesto, por ti, como una forma de demostrar que es un esfuerzo de equipo.

Impón las reglas de la escuela y del aula como se ha mencionado. Si un estudiante continúa mostrando mala conducta luego de haber firmado el contrato, sigue tu plan de disciplina en el orden en que lo presentaste a principios del año. No dejes que el enojo y la frustración te lleven a aplicar un castigo más severo de lo que merece la ofensa. Cuando los estudiantes ven que tratas a todos con justicia y con respeto, puede tener un efecto positivo en las conductas que adopten más adelante.

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