Bicarbonato

Usa bicarbonato de sodio en las malezas para destruirlas dentro de unos días. Vierte el bicarbonato sobre las malas hierbas y siéntate y repítelo una vez al día hasta que desaparezcan. Usa bicarbonato de sodio para evitar que las malas hierbas vuelvan a crecer echando polvo en las áreas que estas frecuentan una vez por semana o dos veces para los crecimientos de malas hierbas agresivos.

Vinagre

El vinagre tiene un montón de acidez, que es el peor enemigo de una maleza. Haz un spray de vinagre y rocía las malas hierbas una vez al día hasta que se retiren y mueran. Otra idea que funciona para las malezas que crecen fuera de pequeñas grietas es verter el vinagre en las grietas y dejarlo remojar debajo de ellas. Utiliza vinagre blanco o vinagre de sidra de manzana cruda, que puedes encontrar en tiendas de alimentos.

Rociar vinagre y bicarbonato

Un spray de vinagre y bicarbonato de sodio es otro método efectivo para matar las malas hierbas. Utiliza una parte de bicarbonato de sodio y dos partes de vinagre. Vierte primero el bicarbonato de sodio en la botella de spray y, a continuación, añade el vinagre. La mezcla comenzará a burbujear durante un minuto, pero cuando esté hecho puedes enroscar la boquilla, agítarlo y rociar el área desmalezada. Rocía las malezas diariamente hasta que hayan desaparecido y debes observar si comienza a crecer cualquier mala hierba pequeña. Como alternativa, espolvorea bicarbonato de sodio sobre las malas hierbas y rocíalas con vinagre.

Pasta de vinagre y bicarbonato

Puedes aplicar una pasta de bicarbonato de sodio y vinagre a las malas hierbas y funciona bien en las malas hierbas que son profundas dentro de las grietas de las aceras. Mezcla dos partes de bicarbonato de sodio con una parte de vinagre en un tazón. Utiliza un recipiente grande para que la mezcla no burbujee sobre el borde. Cuando haya terminado de burbujear, revuélvelo, luego llena grietas con la pasta o aplícala a la base de las malas hierbas. Aplica cada dos días hasta que desaparezcan las malas hierbas y, a continuación, enjuaga cualquier pasta restante con tu manguera del jardín.