None

Haz un hoyo en el fondo de una cubeta de plástico mediana con un taladro eléctrico. Éste debe tener por lo menos un cuarto de pulgada de diámetro. (También puedes hacer el hoyo con un destornillador u otro objeto que tenga una punta con filo). Asegúrate de utilizar lentes y guantes de protección cuando vayas a trabajar con herramientas con filo.

Coloca un pedazo de malla o tamiz para cubrir el hoyo en el fondo de la cubeta. Para tener el tamaño adecuado, coloca la malla en la parte exterior de la cubeta y con un marcador traza las líneas correspondientes sobre la malla. Utiliza unas tijeras para hojalata o cortador de alambre para cortar la malla.

Llena la cubeta con rocas de sal (las que se utilizan para derretir el hielo) y colócala en un estante. Éste debe ser resistente a la resequedad o corrosión de la sal y ser lo suficientemente poroso como para permitir que la humedad pase a través de él. El adecuado es el que se parece a los estantes de plástico de las cajas de leche. El alto depende de la cantidad de espacio disponible.

Coloca una segunda cubeta debajo del estante para recoger la humedad. Este balde no debe tener un hoyo, ya que es solamente un filtro para evitar que los residuos caigan sobre el piso.

Espera unos días para que el deshumidificador casero funcione adecuadamente. La fuerza poderosa de la sal empujará el agua hacia adentro y luego la liberará, permitiendo que el agua gotee al fondo de la cubeta que está en la parte superior hacia la cubeta que está en la parte inferior. Envía la humedad hacia el sistema de cubetas utilizando un ventilador para incrementar su efectividad. Esto no es necesario en áreas pequeñas, pero puede funcionar en habitaciones más grandes.

Verifica la efectividad del deshumidificador probando la humedad relativa dentro de tu casa utilizando un higrómetro. Estos puedes encontrarlos en las tiendas departamentales y viveros. Aumentando el tamaño del deshumidificador incrementaras su efectividad.