Comparación entre la manteca de karité sin procesar y la procesada

La manteca de karité proviene de países del oeste de África.

Hemera Technologies/AbleStock.com/Getty Images

Desde el siglo I a. C., la manteca de karité sin procesar ha sido parte integral del cuidado de la piel, de la cocina y de la vida cotidiana en África. Esta manteca, que se obtiene del fruto de karité (Butyrospermum parkii), es nativa de lugares como Ghana, Nigeria y Senegal. Las semillas se usan para producir la manteca pura y una crema más refinada. Aunque ambos productos se exportan principalmente a los fabricantes de cosméticos europeos y estadounidenses, la manteca de karité sin procesar también se usa en la industria alimenticia de Japón.

Manteca de karité sin procesar

En su estado sin procesar, la manteca de karité es una pasta amarilla que tiene un olor fuerte a nuez. Para producir la manteca, las semillas se fermentan, se lavan, se secan al sol y se tuestan en un horno grande. Luego, se muelen hasta obtener un polvo fino y se mezclan con agua para producir una pasta espesa como el barro. Una hora de mezclado enérgico separa la grasa del resto de la mezcla; esta se recoge de la parte de arriba, se hierve y se enfría para producir la manteca de karité sin procesar.

Manteca de karité procesada

Mediante el procesamiento, la manteca de karité puede refinarse hasta obtener una crema blanca inodora. La manteca refinada se produce calentando las nueces a temperaturas más elevadas con el uso de hexano, un combustible especial en base a petróleo. El hexano puede ayudar a extraer más grasas de la nuez, a blanquearla y a quitarle casi todo el olor. Como resultado, la manteca de karité procesada tiene una textura más lisa y sedosa que la sin procesar.

Beneficios

La manteca de karité sin procesar contiene más nutrientes que la procesada; es rica en vitaminas A y E, las cuales ayudan a nutrir la piel. Además, la manteca sin procesar contiene cantidades significativas de fitoesteroles, triterpenos, ésteres grasos y ácidos fenólicos, que son buenos para la protección celular. Es por eso que la manteca de karité sin procesar se usa para proteger la piel de los rayos UV. Debido al proceso de refinamiento, la manteca procesada tiene aproximadamente un 75% menos de nutrientes que la sin refinar, según el artículo de abril de 2011 de la revista "Health Tourism". Sin embargo, la manteca blanca puede hacer que la piel y el cabello sean más suaves, ya que penetra las células fácilmente y esto ayuda a retener la humedad.

Usos

La manteca de karité sin refinar puede sustituir los aceites de palma y vegetales en la industria alimenticia y la cocina local de Japón. La manteca de karité de menor calidad puede usarse para calentar lámparas y como sellador en las casas. Algunas firmas de cosméticos usan la manteca sin procesar para ungüentos, jabones y tratamientos para el cabello, pero muchas firmas europeas y estadounidenses optan por la manteca de karité refinada para las cremas, los bálsamos labiales y los aceites de baño de alta gama. La manteca de karité procesada no se usa para cocinar debido a que tiene restos de hexano, que puede ser evidente después del proceso de refinamiento.

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