Step 1

Saca la gaseosa congelada del congelador y apóyala en la mesada. Si la colocas en el refrigerador, tardará más en descongelarse que dejarla afuera a temperatura ambiente.

Step 2

Calienta una toalla en el microondas o en el seca ropas.

Step 3

Envuelve la toalla caliente al rededor de la botella de gaseosa congelada. El calor de la toalla se transferirá a la gaseosa y la ayudará a elevar más rápidamente su temperatura.

Step 4

No batas la gaseosa cuando esté mitad líquida y mitad hecha hielo. Si bien esto podría ayudar a romper los pedazos de hielo dentro de la botella, también revolverás la carbonación de la bebida, haciendo que la gaseosa explote cuando la abras.

Step 5

Evita abrir la tapa de la gaseosa hasta que se haya descongelado. Abrir una gaseosa congelada provoca que el punto de congelación del líquido baje debido a que los solutos, dióxido de carbono y otros aditivos, se liberen, lo que significa que la gaseosa tardará más tiempo en descongelarse con la tapa abierta.