Cómo marinar una pechuga de pollo fácilmente para la receta más jugosa

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La pechuga de pollo es una de las proteínas más versátiles. Va bien con muchas hierbas y condimentos, puede ser preparada usando un gran número de métodos y tiene menos grasa que otros tipos de carne. Ya que es baja en grasa, la pechuga de pollo requiere de atención extra para prevenir que se seque mientras se cocina. Marinarla (sumergirla en una solución de agua y sal antes de cocinar) es una forma fácil de asegurar que el pollo se mantenga húmedo y tierno sin importar cómo sea cocinado.

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Combina sal y agua en un recipiente de acero inoxidable, vidrio o plástico. La cantidad de sal y agua depende de cuánto pollo quieras marinar. Sigue la proporción de 3 cucharadas de sal por cada cuarto de agua, la meta es tener lo suficiente para cubrir las piezas de pollo completamente.

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Añade ingredientes adicionales para combinar con los sabores de tu receta, si lo deseas. Hierbas secas como el tomillo, la salvia o el orégano van bien con el pollo generalmente. Si vas a cocinarlo a la parilla, los dulces como la miel, melaza o azúcar funcionan bien.

Mezcla los ingredientes y sumerge las pechugas de pollo en la solución. Cubre el recipiente y refrigéralo durante dos horas o durante la noche para obtener un ave más jugosa.

Saca el pollo de la salmuera cuando esté listo para cocinar. Lávalo bajo agua fría y luego sécalo con una toalla. Bota la salmuera.

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Cocina, hornar o asa las pechugas en la parrilla siguiendo tu receta favorita. Con el marinaje y una cocción apropiada ten por seguro que el pollo estará ¡jugoso y delicioso!

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