Step 1

Pon tu maceta con la Sansevieria colocada en un lugar cálido interior, donde reciba la mejor luz disponible. Aunque disfruta de recibir luz indirecta brillante, seguramente tolerará una iluminación baja, de ser necesario.

Step 2

Riega tu planta no más de una o dos veces a la semana; de lo contrario, se pudrirá. Permite que se seque completamente entre un riego y otro. Durante los meses de invierno, riégala solamente una o dos veces. Ten en cuenta, por otro lado, que la Sansevieria te dará sus propias críticas sobre la forma en que la riegas. Sus hojas se arrugarán y se inclinarán o encorvarán cuando le falte una cantidad adecuada de agua, y los daños permanentes de raíz aparecerán en períodos de sequía continuos y prolongados. En cambio, un exceso de agua hará que las hojas se conviertan en un revoltijo baboso. Si notas que éstas comienzan a sentirse más suaves o a tener una apariencia grasosa, sácalas inmediatamente.

Step 3

Agrega alrededor de 1/2 pulgada (1.2 cm) de tierra a la maceta cada vez que la planta crezca 2 o 3 pulgadas de longitud (5 o 7.6 cm). Esto ayudará a que tenga un soporte para sus hojas más largas.

Step 4

Poda las hojas de la planta solamente si se están cayendo. No intentes enderezarlas nuevamente con estacas, pues ahora estarán inclinadas y dañadas. Simplemente córtalas y quita la cantidad de tierra necesaria para mantener el nivel.

Step 5

Fertiliza la planta todos los meses con alimento de cactus de fuerza media y bajo nitrógeno, 20-20-20. La Sansevieria requiere poco fertilizante.

Step 6

Trasplanta la planta "cola de lagarto" a una maceta de arcilla de un tamaño mayor de forma anual. Estas macetas son mejores porque son pesadas y sirven para compensar a las plantas que tienen una parte superior pesada.